El cine nacional quiere volver a ser apto para todo público

Por PEDRO GARAY

“No miro cine argentino”, decía, medio en sorna medio en serio, Ricardo Darín en “El hijo de la novia”. Detrás de esas palabras estaba Juan José Campanella, apuntando a un cine que durante muchos años, encerrado en sus obsesiones temáticas y su corazón europeo, se alejó del publico.

En rigor, la oferta del cine nacional se atomizó y polarizó por las subsecuentes crisis durante las últimas décadas, provocando que las películas que llegaran a los cines fueran “apuestas seguras” a formatos populares y televisivos, y que el lado B de ese cine fueran propuestas de corte independiente y personal. En la brecha irrumpieron el Nuevo Cine Argentino (una mezcolanza que va desde Rejtman hasta Caetano) y el propio Campanella que, junto a Bielinski, mostraron que en Argentina podía haber buen cine comercial.

“El hombre de al lado”, una de las películas destacadas de la semana, surge en ese contexto: es una cinta chiquita, creada por los talentosos Mariano Dupont y Gastón Duprat, filmada en un único escenario, la platense Casa Curuchet, un ambiente que ayuda a pintar al protagonista, Leonardo (Rafael Spregelburd), diseñador “canchero”, clase media alta, que colisiona contra su vecino, pura clase popular (Daniel Araoz) por una medianera. El conflicto escala hasta volverse insoportable, claustrofóbico, y los intercambios comédicos por el choque de clases se vuelven crecientemente dramáticos.

Jueves a las 18.30 por I-Sat

MAS CINE ARGENTINO

Otra destacada del cable esta semana es la subestimada “La araña vampiro”. Gabriel Medina asomó con “Los Paranoicos”, su sensacional comedia romántica, como una de las voces que más entusiasmaban dentro del cine argentino.

La voz de Medina, como las de Ariel Winograd, Nicolás Goldbart, el fallecido Fabián Bielinski o el propio Szifrón, irrumpió en este panorama con un cine que no rehuye del consumo, con base en los géneros clásicos norteamericanos pero agregando colores y calores autóctonos: apropiándose y reescribiendo esos estilos con la lógica del artista de la orilla.

Tras “Los Paranoicos”, Medina cambió de paso y apuntó al terror psicológico en una película que pasó desapercibida y comienza a valorarse con sus repeticiones en el cable. Otra vez el director partía de un atormentado personaje transitando el camino hacia la adultez, pero en esta ocasión las tribulaciones que atravesaban no eran amorosas sino mortales: un joven en tratamiento psiquiátrico viaja a las Sierras en busca de paz para ser picado por la mítica araña vampiro.

El camino a la salvación lo transita con un ermitaño ebrio, al borde de la muerte y encontrando, acorde a las reglas del género, personajes en el camino que, debido al desesperado y perturbado punto de vista del protagonista, no se sabe si son sospechosos de ser partícipes del episodio venenoso o si todo es una gran paranoia. La mente del protagonista, Jerónimo (un brillante Martín Piroyanski), y la narración, se vuelven así tan sospechosa como los personajes extraños que encuentra en las Sierras.

Poco diálogo, tomas largas y climáticas y música a cargo de Prietto viaja al cosmos con Mariano completan el cóctel de esta reversión argentina del cine de género.

Martes a las 18.40 por I-Sat

Daniel Araoz
Gastón Duprat
Juan José Campanella
Nuevo Cine Argentino
PEDRO GARAY
Rafael Spregelburd
Ricardo Darín

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE