La Entrega
| 18 de Abril de 2015 | 01:41
De Michaël R. Roskam.- Policial del bueno, intenso, bien actuado, con clima y personajes sustanciosos. El tema no aporta nada nuevo, pero la realización está llena de detalles reveladores, no se pierde en subtramas inútiles, es concentrada. Presenta un grupo de gente extraviada que, entre iglesias y balazos, nos habla del pecado, de la culpa, de la piedad y de los difíciles caminos de la redención. Está ambientada en un bar del Brooklyn de las orillas, un paisaje áspero y poco amistoso. El novelista Denis Lehane, que le había dado letra a films tan valiosos como “Rio Místico” y “Desapareció una noche”, vuelve a retratar gente del bajo mundo metida en barrios intranquilos. Y el realizador Roskam aporta algo más que oficio: una mirada intensa sobre las pequeñas miserias de estos seres marcados por un pasado que no lo suelta. Y cuenta además con buenos actuaciones de Gandolfini, Tom Hardy y Noomi Rapace, personajes cargados de secretos que no saben qué hacer con ese sucio presente que le pisa los talones.
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