Alarmantes conclusiones de un informe sobre el uso de agroquímicos en la Región

El informe recientemente conocido, revelador de que la mitad de los horticultores de nuestra zona usa como agroquímicos a productos de extrema toxicidad y que se encuentran prohibidos, no sólo debe originar preocupación por sus efectos sobre la salud sino que reclama de las autoridades la aplicación de más estrictos controles, de manera de asegurar mayores niveles de calidad y seguridad en los alimentos que se consumen.

Esas medidas no harían sino ponerse a la altura de la importancia del cordón frutihortícola que se extiende en la Región, considerado como uno de los principales del país. Fue sobre todo a partir de su expansión que se ha venido instando –desde distintos sectores- para que se perfeccione un polo de tanta trascendencia, incorporándole elementos que hagan a un mejoramiento integral de sus producciones, para volverlas así más confiables y competitivas en el mercado nacional e internacional.

Tal como se detalló en el informe publicado en este diario, el estudio le fue encargado por la Defensoría del Pueblo a investigadores de las facultades de Ciencias Agrarias y Ciencias Naturales de la UNLP a raíz del creciente número de denuncias recibidas por esa entidad.

El trabajo sobre la utilización de agroquímicos ubica a La Plata como la zona que concentra por lejos la mayor peligrosidad. Sus conclusiones revelan que la mitad de los productores hortícolas de la Región aplica productos de las más altas categorías tóxicas y que algunos recurren incluso a insecticidas prohibidos desde hace años en el país, como es el caso del DDT.

Se explicó, asimismo, que el problema en nuestra región también pasa por el avance en ella de un modelo de producción basado en invernáculos. De hecho, se calcula que de las 3.709 hectáreas cultivadas en nuestro distrito, 775 están ya bajo cubierta, lo que representa unas 75.000 toneladas de hortalizas al año. Expertos en el tema explicaron que al modernizarse los sistemas de cultivo, el plástico modifica las condiciones de temperatura y radiación lo que obliga a aplicar no sólo una mayor cantidad de agroquímicos sino también de mayor toxicidad que en los sistemas al aire libre. En algunos cultivos, como el tomate; se contabilizaron más de 60 productos químicos entre todos los productores entrevistados.

Entre las muestras tomadas del suelo se detectó la presencia de DDT (dicloro difenil tricloroetano), un insecticida que hasta hace cincuenta años se usaba en casi todo el mundo hasta que una investigación denunció que podía causar cáncer además de un enorme daño ambiental.

Es cierto que resulta difícil asegurar niveles adecuados de calidad en los alimentos, especialmente en la actualidad, en que la comercialización no está cerca de la producción. Pero el hecho de que exista esa dificultad no resulta excusa para que no se intensifiquen y expandan los controles, sin que ello implique la presencia de trabas burocráticas para la producción.

Solo una bien tramada malla de fiscalizaciones, con participación de la Nación, la Provincia y - sobre todo- el municipio, puede mejorar las condiciones de llegada al público de los productos y evitar la presencia de elementos tóxicos. Se trata de otorgarle a estas acciones una atención preferente, que lamentablemente, no se les suele asignar.

agroquímicos
Ciencias Agrarias
Ciencias Naturales
Defensoría
La Plata
Nación
producción
Provincia
Pueblo
Región

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE