Piombo presentó la renuncia ante el decanato de la facultad de Derecho

Se trata del juez de Casación Penal bonaerense que redujo la pena de un acusado de violar a un nene de seis años. Estaba a cargo de una cátedra en la unidad académica de la UNLP


El juez de Casación Penal bonaerense  Horacio Piombo presentó esta tarde la renuncia a los cargos de profesor titular de las cátedras Derecho Internacional Público y Derecho Internacional Privado que ejercía en la facultad de Derecho de La Plata.

La dimisión fue anunciada por el decano Vicente Atela mientras el consejo de la facultad de Derecho empezaba a debatir el inicio de un juicio académico.

Cabe destacar que la bancada estudiantil solicitó el juicio académico al magistrado  para despedirlo de la casa de altos estudios, tras un fallo (que compartió con el juez Benjamín Sal Llargués) que causó enorme impacto social al bajar la pena a un condenado por abusar de un niño de 6 años.

Al respecto, el presidente de la Universidad Nacional de La Plata, Raúl Perdomo, había adelantado que “Piombo debe ser separado de su cátedra”, y agregó que “la actuación del magistrado genera una preocupación muy grande en la Universidad, sobre todo en tiempos en los que tanto se trabajó en temas referidos a la defensa de los derechos humanos y de la niñez”.

Así, por la tarde, el consejo directivo de la unidad académica ya había comenzado a tratar el pedido de juicio académico al magistrado. Desde temprano, las autoridades de la facultad decidieron realizar la sesión en el amplio Salón de los Espejos del edificio de calle 48, teniendo en cuenta que las barras estudiantiles habían adelantado su presencia en la reunión. El lugar fue dividido con vallas y un cordón de integrantes de la Guardia Edilicia de la Universidad. De un lado, los militantes estudiantiles de Franja Morada y la izquierda -liderada por la Fulp-; del otro, una larga mesa que a las 17, hora pautada para el inicio de la sesión, esperaba por los 16 integrantes del consejo.

Ingresaron a las 17:20, y 5 minutos más tarde, el decano Vicente Santos Atela dio por iniciada la sesión extraordinaria.

Cuando Atela le dio la palabra al consejero estudiantil de Franja Morada, Franco Mella -vale aclarar que toda la bancada de ese claustro está integrada por estudiantes de la agrupación radical-, la intervención se vio interrumpida varias veces, y el consejero tuvo que terminar su discurso literalmente a los gritos.

Es que ni bien pronunciaba una frase surgían cánticos desde la barra estudiantil de izquierda, que recibían la respuesta de la de Franja Morada. En ese tenso clima, no fueron pocos los consejeros de otros claustros que vaticinaron que la sesión no podría desarrollarse en forma íntegra.

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