Un joven apuñalado a la salida de un boliche

Tiene 18 años y terminó en el hospital Español. Se salvó de milagro. Del agresor nada se sabe

Sábado a la noche, dos amigos con ganas de salir y el boliche al que van seguido. Todo se combinó y los chicos entraron a un local bailable de 14 y 511. Nada les hacía pensar que un rato más tarde Nicolás Ojeda (18) y su compañero iban a terminar en la guardia de un hospital, uno golpeado y el otro apuñalado.

Pero así fue, porque ya en la madrugada del domingo se generó un incidente en la pista de esa disco, a partir de la discusión entre el amigo de Nicolás y otros jóvenes que bailaban cerca.

El humo, la oscuridad, el bullicio y el tumulto posterior lograron que los motivos sean un misterio, por lo menos para las fuentes que consultó este medio.

Los custodios del local expulsaron a todos a la calle. La vereda se convirtió en el escenario de una lucha desigual: “Mi hijo y el otro chico estaban contra 15 pibes”, aseguró Andrea Garaventa (40), la madre de Ojeda.

El tramo más sangriento comenzó cuando Nicolás salió a defender a su amigo, que la estaba pasando mal, en el piso y recibiendo el castigo de varios. Su actitud le valió que lo atacaran con un arma blanca.

“Le pegaron un puntazo en el tórax que le perforó un pulmón, y otros dos en el abdomen. Uno le dañó el colon y lo tuvieron que operar por eso”, señaló la mujer, en diálogo con este diario.

Lastimados ambos y luego de que “un policía les dijo que se fueran”, se subieron a su auto y casi se van a dormir. Cuando notaron las heridas cortantes que casi le cortan la respiración a Nicolás, fueron hasta el hospital de Melchor Romero.

Desde ahí trasladaron al herido al hospital Español, donde a casi una semana del ataque todavía está internado.

“Queremos que este tipo de situaciones salgan a la luz, porque todos los fines de semana se escuchan casos como este”, remarcó Andrea.

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