Son inimputables casi la mitad de los menores que delinquen

El último relevamiento de homicidios dolosos que difundió la Procuración General de la Suprema Corte bonaerense indica que sólo en un 10,4% de los casos consumados hay menores involucrados y refleja un descenso de la participación de los mismos en asesinatos en ocasión de robo en relación con 2013. Sin embargo, distintos ámbitos judiciales advierten sobre el rol cada vez más activo que cumplen los chicos inimputables (de menos de 16 años) en incidentes violentos.

El sábado 18 de abril, Leonardo Peralta salió de su casa del barrio El Bosque, de Pilar, junto con su primo, para ir a una iglesia evangélica en el barrio Villa Verde. A pocas cuadras del destino, y por el único motivo de no pertenecer a ese “territorio”, los atacó una patota. Tan duro le pegaron a Leonardo, que murió en un hospital. Tenía 13 años. Por el crimen fueron demorados un menor de 14 años y dos de 16.

Estos últimos son punibles y pueden llegar a ser condenados por homicidio, pero el otro no. ¿Qué medida se toma entonces?

El procedimiento penal juvenil respecto de los menores que delinquen en la provincia de Buenos Aires contempla diversas variantes.

Los lugares de alojamiento de los chicos privados de su libertad dependen de la Secretaría de Niñez y Adolescencia bonaerense, mientras que aquellos a los que no se les dictó la prisión preventiva son albergados en un Centro de Recepción.

Si tienen menos de 16 años y, por lo tanto, son inimputables, un juez puede aplicarle una medida de seguridad en un establecimiento especial, aunque no en carácter de pena sino como medida cautelar. En La Plata, es el Gambier.

Fuentes judiciales ligadas a la minoridad aseguraron que una vez que los menores son llevados a los institutos “hay equipos técnicos que los abordan, e incluso se generan diversos talleres para contenerlos”.

Las legislaciones en la materia contemplan límites temporales a las penas para los menores imputados por homicidios, robos o abusos sexuales, que suelen oscilar entre los “5 y 15 años”. Con relación a las edades de los menores que delinquen, la estadística aportada por la justicia penal juvenil da cuenta de que “los que tienen entre 16 y 17 años componen el 55 al 60% de los casos, mientras que entre un 40 al 45% son chicos no punibles por su edad”.

Según los mismos voceros, “es probable que chicos que se inician en el circuito delictivo se hayan visto involucrados a los 14 o 15 años en causas abiertas por robo simple. Y es común que a los 16 o 17 años ya hayan participado de robos a mano armada”.

“A mayor edad, mayor complejidad se advierte en los delitos que los involucran”, agregaron, poniendo como ejemplo que “determinados tipos penales, como estafas, defraudaciones, o adulteraciones, prácticamente no involucran a menores de edad como autores”.

el crimen de mariano

Eran cerca de las dos de la tarde del 26 de septiembre del año pasado, cuando en el Parque San Martín, Mariano Bedoya (15) charlaba junto a un amigo de su misma edad sentados a pasos del sector de las hamacas, en 23 y 51. Un rato antes habían salido de la escuela secundaria de 22 entre 48 y 49.

Se les acercaron dos menores, uno de ellos de 14 años, con un palo y una madera con una hoja de acero en la punta, que los increparon antes de atacarlos a golpes y puntazos.

Mariano recibió un profundo corte en el pectoral izquierdo, a la altura del corazón, y cayó boca arriba. Murió en segundos. Su amigo quedó tendido en el piso y los agresores aprovecharon para quitarle su bicicleta y la mochila en la que no tenía otra cosa más que útiles. A Bedoya no le sacaron nada. La Policía atrapó en 44 y 147 al pibe de 14 años, sindicado como el autor material del crimen de Bedoya y alumno de su mismo colegio.

Dicen que la causa del ataque fue una jovencita. Como es inimputable, lo alojaron en el Gambier. Tiene salidas transitorias.