Los horarios de descarga de mercaderías y la indisciplina de los conductores

Una vez más la indisciplina de buena parte de los automovilistas quedó patentizada, dejando en evidencia que, al margen de los operativos de contralor y de las eventuales actas de infracción que deban labrarse, no podrán experimentarse progresos sensibles en la medida en que siga faltando una mayor conciencia y educación vial en la población. Sin perjuicio de algunas medidas estructurales que, en algún momento, deberán adoptarse, frente al fenómeno que significa el explosivo crecimiento del parque automotor.

Tales conclusiones surgen de un informe publicado en este diario, que reflejó el tema de las operaciones de carga y descarga de mercaderías en nuestra ciudad por fuera de los horarios permitidos y que siguen siendo moneda corriente en las calles platenses. Esas maniobras configuran un fenómeno que agrava el habitual caos vehicular, en los sectores con mayor concentración comercial.

Camiones o camionetas descargando mercaderías en doble fila forman parte del paisaje del microcentro platense. El informe alude a casos observados frente a un comercio mayorista de 4 y 45; en la esquina de 12 y 57, junto a un supermercado; y también en 57 entre 12 y 13. A ello podría agregarse que existen muchas cuadras, como las de 47 entre 9 y 7, o las de la avenida 13 entre las de 32 y 33, entre tantas otras, en donde resulta virtualmente imposible desplazarse sin tener que sortear los embotellamientos que causan los camiones y camionetas estacionados a cualquier hora, descargando mercaderías en comercios minoristas o en supermercados.

Se conoce que la ordenanza 10.899, sancionada en 2012, regula la descarga de mercadería en el cuadrante urbano comprendido entre las avenidas 1 a 14, desde la 38 hasta la 60. Establece que en esa área, de lunes a sábado, los rodados cuyo peso sea mayor a los tres mil kilos, longitud mayor a 6,25 metros y altura mayor a 2,50 metros deben operar entre las 4 y las 9.30. Según se estimó, las multas para los infractores rondan los $2 mil. Y se aplican tanto a los choferes como a los comerciantes.

Funcionarios de Control Urbano aseguraron que se controla en forma cotidiana el cumplimiento de esta norma y que lo primero que se hace en los operativos es intimar al conductor a que retire su vehículo en el plazo de cinco minutos, vencido el cual se labra la multa. Por su parte, expertos en seguridad vial sostienen que la legislación local vigente no atina a dar solución a los problemas originados por la actividad de la carga y descarga, por varios factores: uno de ellos es la deficiente estructura logística de los propios comercios, y otro que el nuevo horario permitido -antes era de 22 a 10-, que es coincidente con una hora pico del tránsito

Es evidente que se está frente a un problema irresuelto que con el crecimiento del parque automotor se ve agravado. Y también debe admitirse que la solución no debe ser sencilla, lo cual no exime que se busquen todas las fórmulas para resolver la cuestión. Desde luego, no pueden aguardarse soluciones parciales, cuando lo que hace falta es un plan integral que prevea, también, la presencia de áreas de estacionamiento capaces de aliviar al microcentro de tanta presión en el tránsito.

Mientras tanto, es imprescindible apelar a la mayor disciplina de los conductores y generar una conciencia ciudadana en torno a los comportamientos a seguir en la vía pública, sin cuya presencia resultará imposible que se respeten normas que están sancionadas, pero que no terminan de ser obedecidas por todos.

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