River cosechó un empate sin goles que lo dejó bien parado

Metieron más de lo que jugaron, y no sorprendió porque en juego se puso nada menos que la Copa Libertadores de América. Bien River de entrada, porque presionando lejos de su arco, complicándole la salida a Tigres. Pero resolvieron la situación los mexicanos, y luego de equilibrar en el juego desarrollaron dos jugadas de alto riesgo en ataque.

Tigres movió la pelota por afuera, y en un desborde a cargo de Egidio Arévalo Ríos, por derecha, un rebote en Leonel Vangioni dejó fuera de foco a Marcelo Barovero y la pelota, tras cruzar por sobre su figura, golpeó en el travesaño. En la siguiente, Jurgen Damm fue el que levantó desde la derecha y Rafael Sobis llegó con todo a favor por el medio, metiendo un frentazo que fue a las manos de Barovero. Increíble como se salvo el arco visitante.

En esta final, el gol de visitante no tiene un valor extra en caso de igualdad de puntos y diferencia en las anotaciones. Corrió anoche y se repetirá el miércoles en Nuñez

Superó el momento River, y logró sacar el partido de su última línea. Para eso influyó una superación de Vangioni en la marcación de la punta izquierda, y cierto crecimiento de los volantes, a quienes les costó manejar la pelota. El uruguayo Carlos Sánchez apareció cuando se había cruzado la barrera de la media hora y metió en profundidad a Lucas Alario una pelota que Nahuel Guzmán capturó cuando el atacante la movió por primera vez con la idea de eludirlo.

Con los dos laterales amonestados, un detalle que mostró cuánto le costó al conjunto argentino evitar los desbordes, y que en el caso de Gabriel Mercado lo dejó sin un jugador para el partido de vuelta, el miércoles que viene en el Monumental, y un juego de mucho contacto físico, que llegó a calentar los ánimos en algunos pasajes, se completó un primer tiempo sin goles y ventaja mínima para los mexicanos en el trámite.

Mercado, Sánchez y Barovero llegaron a México al límite con las amonestaciones, y el lateral, que vio la amarilla de nuevo, se perderá la finalísima

River salió a jugar el segundo tiempo con Gonzalo Martínez, por Mora, y Nicolás Bertolo, en lugar de Viudez, quienes se juntaron en el primer ataque serio a los 5 minutos, el cual interrumpió José Rivas cruzando abajo al ex Banfield. Al margen de esta jugada, la movida de Gallardo le permitió al conjunto de Nuñez tener más tiempo la pelota.

Tigres no pudo volver a hacerse cargo del juego con la soltura de la primera etapa, y cuando encontró el modo de elaborar jugadas de ataque apareció Barovero, que tapó un tiro libre de Juninho y una entrada de Damm con todo a favor.