Apuñalaron a un policía en una dependencia de la Junta Electoral

Fue a la madrugada en 6 entre 48 y 49. El agente se trenzó en lucha con dos delincuentes y evitó un robo

Dos encapuchados con pasamontañas entraron a un juzgado federal en pleno centro de la Ciudad. Dentro de allí fueron directo hacia donde un policía custodiaba el lugar y lo apuñalaron. Según fuentes de la fuerza, fue un intento de robo que no salió como los ladrones lo esperaban. Pero el relato de otras fuentes pone en duda esa hipótesis.

Sucedió en las oficinas de una dependencia de la Junta Electoral, situada en 6 entre 48 y 49. Eran alrededor de las 3 de la madrugada de ayer cuando se escucharon los primeros ruidos.

En lo que coincidieron todos los voceros consultados fue en que los desconocidos eran dos. Pero una fuente, enterada del caso por un allegado, comentó que ambos tenían las caras cubiertas con pasamontañas.

Un informante de la policía reconstruyó el comienzo del episodio: “Entraron por un pasillo lindero, saltaron un paredón y de ahí llegaron a un patio. Creemos que pensaban que estaban en una casa, a la que iban a asaltar. Pero se encontraron con un policía y lo fueron a atacar”.

FEROZ AGRESI0N

Otra coincidencia entre ambos relatos fue que el oficial -que sería un sargento de alrededor de 30 años, que presta servicios en una comisaría del centro- “apenas tuvo tiempo para defenderse cuando se le fueron encima”.

Al menos uno de los agresores llevaba un arma blanca, con la que comenzó a lastimar al policía. Respecto de las heridas que le produjeron también hubo discrepancias: mientras que voceros oficiales indicaron que sólo lo hirieron en una pierna, otra versión agregó que “lo lastimaron en la cara, en el pecho y lo cortaron tres veces en un brazo”.

Inclusive, acerca de la lesión en el rostro, una fuente dijo que “amenazaron con cortarle el cuello. Justo cuando el policía se movió, le clavaron el cuchillo en un pómulo”.

El herido, cuya identidad no trascendió, pidió auxilio a sus compañeros de jurisdicción, quienes lo trasladaron a una clínica privada. Habría recibido el alta cerca del mediodía.

En ese juzgado -“que debía estar custodiado por un agente de la Policía Federal y no por un efectivo de la Bonaerense”, protestaron algunas fuentes- estaba pautado el almacenamiento de padrones, boletas y urnas electorales.

No está claro si todo ese material necesario para los sufragios próximos ya se encontraba dentro de esa dependencia. Varios voceros policiales lo negaron.

Teniendo en cuenta esa información, surgió la suspicacia respecto de alguna intencionalidad partidaria de los intrusos que agredieron al agente.

Sin embargo, distintos investigadores supieron que la Justicia Federal se maneja con la hipótesis de que se habría tratado de un supuesto intento de robo en una casa, según la creencia equivocada de los delincuentes. O sea, le restaron connotaciones políticas al hecho.

“Fue todo muy raro”, soltaron por lo bajo. Se espera que todo lo incierto se aclare rápido con la pesquisa.

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