Para Vanucci, Vernaci es “vulgar y sobradora”

Victoria Vanucci estuvo ayer en “Intrusos” y reveló detalles de su explosivo encuentro con Elizabeth Vernaci en un restaurante de Italia. “Fue más desagradable que la imagen que tenía de ella”, afirmó la modelo y empresaria.

Para poner en eje el origen de la pelea, Vernaci mantiene un juicio laboral con la Rock & Pop -propiedad de Matías Garfunkel-, luego de haber quedado desvinculada de la emisora en el 2014. En medio de la polémica, “La Negra” responsabilizó a Vanucci de haber influenciado en su marido para que la echen de la emisora. De ahí, claro, que no se pueden ni ver.

Sin embargo, el primer encuentro cara a cara se produjo hace dos semanas en un restaurante italiano, donde ambas se encontraban vacacionando. Vanucci fue la encargada de informar el cruce a la prensa y Vernaci intentó minimizar el escándalo.

Sin embargo, ayer, la mujer de Garfunkel se sentó en el sillón de “Intrusos” y reveló detalles que sumaron más polémica.

“Yo estaba comiendo con mis hijos, Indiana a upa y Napoleón dando vueltas por ahí. De repente escucho un vozarrón que se empieza a reír, con esa vocecita a decir cosas y demás, como si nadie la escuchase. Yo me levanté de la mesa a preguntarle de qué se estaba riendo tanto a carcajadas, ya que no nos conocíamos. Nos cruzamos en Twitter, o verbalmente, pero no nos conocíamos”, recordó y agregó que conocerla “fue más desagradable que la imagen que tenía de ella”.

Mientras Tamara Pettinato, desde su rol de panelista, defendía a su amiga Vernaci, Vanucci hacía oídos sordos y seguía echando más leña al fuego. “Me pareció todo muy prepotente, sobrando toda la situación. Le pregunté si teníamos algo para charlar, que lo charlábamos lejos de mis hijos. Encararla no cambió nada, le dije que nos insultamos bastante, que sería bueno dejarlo en el pasado. Y me responde ‘yo nunca te insulté’. No se quiso parar a hablar, hacía todo a los gritos. Ahí tomé la decisión de retirarme con mis hijos para que no se ponga peor, porque me parecía todo desagradable”.

Por último, sentenció: “Mido las palabras porque me pareció muy vulgar, estaba sentada abierta de piernas, cag… de la risa de una forma sobradora, prepotente, riéndose con un vozarrón tremendo, que todo el mundo escuchaba. Ella no negó que habló de mí en ese momento, sino que no me había insultado en el pasado”.