Patearon a una nena de 3 años en un salvaje asalto en City Bell

Fue en 481 y 8. Los ladrones eran cuatro. Además golpearon a sus padres. Robaron $ 11 mil y una pistola

A las cuatro de la mañana de ayer, en su casa de City Bell, un matrimonio y sus dos pequeños hijos tuvieron el peor despertar de sus vidas.

Los responsables de esa situación fueron cuatro delincuentes fuertemente armados, quienes sorprendieron a toda la familia durmiendo en su vivienda de 481 y 8.

Allí se colaron tras romper el alambrado del frente, para luego destrozar con una mesita de hierro parte del lateral de vidrio que comunica al living con el parque del inmueble.

“POLICIA, TIRENSE AL PISO”

Por la tarde, este diario visitó esa propiedad y dialogó con su dueño, el odontólogo Marcos Modello (40), quien acompañado de su esposa y otros familiares reveló que “ni bien subieron a la planta alta, donde están nuestras habitaciones, (los intrusos) nos despertaron al grito de `Policía, tírense al piso` y nos obligaron a obedecerles”. Hasta ese momento, las víctimas sólo eran Modello y su mujer.

Los delincuentes cubrieron sus rostros con capuchas y llevaron a la pareja al baño, donde la dejaron encerrada y vigilada por uno de los ladrones. Entonces todo se volvió peor. “Los ruidos despertaron a nuestros hijos, un nene de 5 años y una nena de 3, y les suplicamos que los encerraran con nosotros”, contó el profesional.

Lo que el odontólogo y su mujer jamás imaginaron fue que la banda iba a acceder a aquel ruego de una manera tan despiadada.

“A nuestra hija de 3 años uno de los delincuentes la bajó a las patadas por las escaleras, al punto que ella se quejaba por los dolores en el cuerpo, como si hubiese rodado algunos escalones”, recordó Modello con angustia.

Las agresiones físicas también las padecieron sus padres. “A mí me pegaron patadas en el piso y hasta con un hueso de mis dos perros en la cara. También recibí un culatazo en la cabeza, igual que mi esposa”, reflejó el profesional.

Una vez que los asaltantes redujeron por completo a la familia, se dedicaron a dar vuelta los dos dormitorios. Según dijo el odontólogo a este diario, “primero nos robaron 10.000 pesos y mi pistola Bersa calibre nueve milímetros, que justamente había comprado para defenderme de la inseguridad”.

Pero los delincuentes insistían en reclamarles a viva voz y, con verosímiles amenazas de muerte, más dinero.

DRAMATICA ADVERTENCIA

Otro pasaje de máxima tensión se produjo cuando Modello les advirtió que no tenía más efectivo para darles: “El cabecilla del grupo me dijo que si encontraban más plata iban a matar a uno de mis hijos”, echando mano a la frase “la plata va y viene”.

A modo de escalofrío, el miedo más visceral atravesó el cuerpo de Marcos y el de su esposa. Por eso “les dijimos que en el auto tenían la billetera de mi mujer, en la que había otros 1.000 pesos que también se llevaron”, comentó el odontólogo.

“El que llevaba la voz cantante nos dijo que era político de la zona”, agregó, recordando que este mismo sujeto fue el que les anunció a sus cómplices “que estaban en la planta alta que tenían tres minutos para irse”.

Pero tras 40 minutos de permanecer en esa vivienda, los delincuentes recién se apuraron en escapar cuando “las luces de un patrullero” iluminaron el interior de la finca. Y huyeron antes de que pudieran ser detenidos, llevándose hasta la llave del auto del matrimonio y los documentos de la mujer.

Dentro de la vivienda quedaron las gotas de sangre que perdió al menos uno de los ladrones al cortarse con el vidrio que hicieron estallar en el living. Y quedó también una familia en estado de shock.

El odontólogo estimó que los asaltantes “tendrían entre 20 y 25 años”, al tiempo que puntualizó que “uno de ellos parecía estar muy drogado”.

“Se escaparon por la casa de vecinos y descartaron algunas otras cosas que nos sacaron, como zapatillas”, acotó.

Modello refirió que “hace 11 años que vivimos acá y es la primera vez que nos roban. El barrio es tranquilo y vemos patrullajes. Pero ahora vamos a instalar un sistema de alarma y a alambrar el perímetro de la vivienda que falta”. Radicaron la denuncia en la comisaría Décima.

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