Polémica jurídica por un experimento literario
| 8 de Julio de 2015 | 02:23
Escritores y figuras de la cultura expresaron en los últimos días su repudio al procesamiento del escritor Pablo Katchadjian, quien enfrenta una demanda de plagio por parte de María Kodama, viuda y heredera universal de Jorge Luis Borges, a raíz de El Aleph engordado , libro que suma 5.600 palabras a las 4 mil de la célebre obra El Aleph .
“La defensa colectiva y la insistencia en el desprocesamiento de Katchadjian son una forma de defensa de la libertad creativa, de los medios editoriales independientes y de la diversidad estética y crítica que toda cultura saludable requiere”, señala la carta pública que se leyó en la Biblioteca Nacional. Los presentes -entre quienes se encontraban María Pía López, directora del Museo del Libro y de la Lengua; César Aira y el propio Katchadjian- invitaron “a los jueces y autoridades y lectores en general a que lean con atención El Aleph engordado , antes o después de leer o releer El Aleph para así “extraer conclusiones en cuanto a la propiedad intelectual del libro en cuestión”.
El encuentro contó con el apoyo de más de 2.500 escritores editores y artistas que sumaron sus firmas en el sitio http://alephengordado.blogspot.com.ar, creado en solidaridad con el escritor y poeta de la llamada nueva narrativa argentina. Se trata, entre otros, de Edgardo Cozarinsky, Ricardo Piglia, Silvia Molloy, Josefina Licitra, Tamara Kamenszain, el poeta Mario Ortiz, el escritor Alan Pauls y los artistas plásticos Roberto Jacoby y Osías Yanov.
El resonante caso llegó hasta el diario británico The Guardian, donde bajo el título “Re-trabajar Borges es un experimento legítimo, no es un crimen”, el crítico argentino Fernando Sdrigotti denunció que “el problema real no es la integridad literaria sino el valor financiero”, y advirtió que “las implicaciones de poner a los escritores en los tribunales por actos creativos son escalofriantes”.
El juez de instrucción Guillermo Carvajal trabó un embargo de 80 mil pesos sobre los bienes de Katchadjian y sostuvo que el libro es una “copia” de la obra de Borges, a la que se le “intercalaron palabras, frases y oraciones completas, sin ninguna diferenciación en su impresión”.
Kodama había obtenido fallos adversos en esta causa, hasta que la Cámara de Casación revocó el sobreseimiento y mandó dictar un nuevo fallo, llamando la atención en cuanto a que “se ha editado, vendido o reproducido en una edición gráfica una obra publicada sin autorización de su autor o derechohabiente”, es decir, persona cuyos derechos derivan de otra.
Asimismo, el magistrado calificó el hecho como una violación a los derechos de autor, protegidos por la denominada Ley de Propiedad Intelectual. Katchadjian, miembro de una generación de autores nacidos entre los ’70 y ’80, publicó novelas como Gracias en el sello independiente Blatt & Ríos o Qué hacer , publicada por Bajo la luna; y es creador de libros que proponen la deconstrucción de modelos narrativos canónicos, como El Martín Fierro ordenado alfabéticamente.
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