Advierten que cuatro de cada diez chicos argentinos viven hoy en hogares pobres

El 40,4% de los chicos argentinos de conglomerados urbanos vive hoy en hogares que se encuentran por debajo de la línea de pobreza económica, y un 9,5% de ellos por debajo de la línea de indigencia. Así lo muestra un relevamiento realizado por la Universidad Católica Argentina, según el cual seis de cada diez menores tiene en nuestro país algún derecho vulnerado en lo que hace a vivienda, alimentación, educación o salud.

Presentado esta semana por el Barómetro de la Deuda Social de la UCA, el informe sobre la “Situación de la Infancia en el quinto año del período del Bicentenario” muestra que el 26,2% de los niños y adolescentes de nuestro país tiene necesidades básicas insatisfechas y pone en evidencia también déficits en materia de salud, vivienda y educación.

Aunque “en los últimos cinco años alrededor del 80% de la infancia y adolescencia en la Argentina urbana forma parte del sistema de seguridad social”, gracias a “la implementación de la Asignación Universal por Hijo”, “el 21,5% de ellos pertenece a hogares que tienen dificultades económicas para acceder a los alimentos, y en el interior de este grupo 8,4% registra privaciones alimentarias graves (alrededor de 950 mil niños/as y adolescentes)”, señala el informe.

En este contexto, la demanda que recibe la red de comedores escolares y de la sociedad civil se habría incrementado de modo sostenido en los últimos cinco años alcanzando hoy “una cobertura de 28,2%, con una adecuada focalización en los sectores sociales más vulnerables (40%)”, sostienen desde el Observatorio de la Deuda Social.

Con respecto al acceso a la salud, algo más de la mitad de la infancia y adolescencia en la Argentina urbana tendría hoy como única opción la atención en el sistema público (alrededor de 5,8 millones). Los autores del estudio sostienen que “un 26% de los niños y adolescentes no realizó ninguna consulta médica durante 2014 y un 47,5% no controló su salud bucal”.

En cuanto a las condiciones del hábitat, si bien el estudio registra mejoras en la calidad de la construcción de las viviendas, en la disponibilidad de espacio para sus miembros y en las condiciones de saneamiento, “todavía un 17,7% de los chicos reside en viviendas precarias por la calidad de su construcción, un 19,9% en situación de hacinamiento y un 43,3% en condiciones inadecuadas de saneamiento”.

También en la escolarización de los niños y adolescentes el informe de la Universidad Católica Argentina reconoce progresos por efecto de la Asignación Universal por hijo, que pone a esta como condición. Sin embargo señala que “aún existe un desafío de inclusión en la escuela secundaria, dado que el 6,5% de los adolescentes no asiste a ella y otro 20,4% asiste con rezago educativo”.

Al analizar las falencias de la oferta educativa, el informe advierte de un déficit en la enseñanza de computación y de idioma extranjero que a nivel primario alcanzaría al 40,7% y al 36,6% de los alumnos ; y a nivel secundario, al 24% y 11%, respectivamente.

Con respecto al acceso a consumos culturales, la investigación señala que “en 2014, aproximadamente cuatro de cada diez chicos/as menores de 13 años no compartió historias orales o cuentos con otros miembros de su familia, y una proporción similar no tiene libros infantiles en su hogar”.

En este aspecto también muestra que la mitad de los adolescentes entre 13 y 17 no tiene el hábito de la lectura de textos impresos; y que el 57% de ellos y el 86% de ellas no realizan deportes o actividades artísticas o culturales fuera del ámbito escolar.

Pese a que los investigadores del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia registran en los últimos cinco años una merma del trabajo infantil, aun así “un 4,6% de los chicos/as de entre 5 y 17 años realiza tareas domésticas intensivas en la órbita de sus propios hogares y un 9,6% realiza actividades económicas para el mercado”, dicen al aclarar que esta propensión se duplica entre los de mayor edad.