Harán un estudio clave por el crimen de 3 y 51

En la mañana de hoy se realizará una prueba considerada clave en la causa que investiga el crimen de un hombre de 30 años, ocurrido el pasado 23 de mayo en la esquina de 3 y 51.

Se trata del informe final de todos los peritajes practicados en el marco del expediente, entre ellos la autopsia y la prueba balística, que desarrollará un médico forense de la Asesoría Pericial de Tribunales.

La diligencia contará con la participación de la fiscalía que interviene en el caso -la Nº 3 de Marcelo Martini- y también de la propia defensa del imputado, el ex policía Rodrigo Molina (27), que convocó a un especialista con participación en un resonante caso a nivel nacional, para que también elabore un dictamen.

Como se sabe, la víctima, identificada como Pablo Duarte, tras un incidente en un boliche de 4 y 51, recibió un impacto letal, que partió del arma que utilizó el acusado.

Hasta su procesamiento Molina prestaba servicios en una comisaría de Lanús, mientras que su hermanastro, también vinculado al caso, pero en libertad, lo hacía en una de Quilmes. Los dos ya fueron desafectados de servicio.

Los familiares y amigos de Duarte ya realizaron varias marchas en reclamo de justicia tanto en la puerta del local donde se inició el incidente, como en la entrada de las fiscalías penales.

“Estamos acá para pedir justicia”, fue una de las declaraciones que se escucharon desde las escalinatas de esa sede judicial.

También se pidió por la presencia de más testigos: “Si alguien vio algo o sabe algo que lo digan, porque esta es una familia que está destrozada. Queremos que aparezcan los testigos”, exigió tiempo atrás la tía de Duarte en declaraciones a una radio.

Como se sabe, la postura de la defensa de Molina, a cargo de Oscar Salas y Cristian Romano, apunta a que se trató de un caso de “legítima defensa” y que “no hubo intención de matar”.

LA OTRA POSTURA

Gabriel Lucena (35), cuñado de Duarte, fue quien brindó la otra postura, ya que estaba junto a la víctima cuando murió.

“Al principio todo estuvo tranquilo. Fuimos nosotros dos con nuestras parejas y con otra hermana de Pablo. Antes de irnos pedimos un champagne”, relató.

En la mesa del grupo descorcharon la botella y, de una manera que sigue sin quedar clara, aparentemente se le manchó el pantalón a otro joven que estaba en el pub de 4 y 51.

Duarte se disculpó, pero ese incidente menor generó un entredicho y una trompada que impactó en su rostro.

“Nos separaron los custodios y ellos, que eran dos, se fueron a la calle. Pablo los siguió y yo corrí para frenarlo. A la media cuadra uno de ellos se subió a un auto, sacó una pistola y disparó para atrás. Tiró al bulto, para pegarle a alguien”, sostuvo Lucena. Lamentablemente, de los tres tiros uno le dio en el pecho a Duarte y terminó con su vida en minutos.