Muerte en un patrullero: un misterio por el que todavía no hay definición

La causa por la muerte de un detenido, en el interior de un patrullero del CPC La Plata, continúa sin definiciones.

Mientras crece la expectativa por una posible -e inminente- resolución judicial, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) volvió a manifestar su preocupación por el hecho, así como también por el de un joven estudiante universitario, que fue baleado por un efectivo de la Policía local en un centro cultural de 8 y 41 (ver pág. 19).

El primero de los casos, como se sabe, está relacionado con la muerte de Juan Martín Yalet, de 35 años, quien había sido capturado el miércoles pasado, acusado de cometer una entradera en una vivienda de las inmediaciones del Policlínico.

En esas circunstancias, cuando era trasladado esposado a la comisaría novena, recibió un impacto de bala en la cabeza, se presume, dentro del patrullero.

“Todo indica que estamos frente a dos casos de gatillo fácil, que expone la crueldad e ilegalidad con la que actúan las fuerzas de seguridad”, expresó el organismo en un comunicado.

Respecto de la muerte de Yalet, se sabe que la principal hipótesis apunta a que el disparo letal fue ejecutado por un arma policial.

Descartada de plano la versión del suicidio, que refería a la posibilidad de que el detenido, pese a su situación, haya podido sacar un arma que llevaba oculta entre sus ropas, por un deficiente cacheo, o, incluso, desarmado a uno de los efectivos que lo custodiaban, todo se centra en determinar qué pasó, cuándo y cómo.

Un pesquisa, en diálogo con este diario, reconoció que “se están evaluando los distintos testimonios colectados a lo largo de la investigación y también se espera el resultado de los peritajes” para tomar una decisión.

“No sería prudente de nuestra parte tomar una decisión apresurada. Es mejor analizar a fondo todas las pruebas y, de considerarse, efectuar el requerimiento adecuado”, agregó.

La información oficial destaca que las declaraciones, en relación a lo sucedido, no son uniformes.

Por eso se aguarda la culminación de distintas diligencias consideradas claves para resolver el enigma.

Por este terrible episodio, la fuerza apartó preventivamente a los dos efectivos que acompañaban a Yalet.

Un teniente primero, que conducía el móvil, y una sargento, que lo secundaba.

Sin embargo, desde el punto de vista legal, todavía no se adoptó ninguna decisión, que incluye a todos los efectivos que tomaron parte del procedimiento.

EL ASALTO

El hecho arrancó alrededor de las 7.30 de la mañana del miércoles último, cuando una mujer que sacaba el auto de su casa situada en 2 entre 66 y 67, para llevar a su hijo de 9 años a la escuela, fue abordada por un sujeto que la encañonó con el arma y le pegó un culatazo en la cabeza antes de meterla de nuevo a la propiedad. La víctima, Mariela Graciela Díaz (44), esposa de un médico, terminó maniatada, al igual que el menor.

El ladrón eligió para llevarse una cámara de fotos, dinero y joyas, pero cuando intentó escapar se topó con varios policías que habían llegado alertados por un llamado que un vecino hizo al 911.

Cercado, quiso huir por los techos, mientras los efectivos rodeaban la manzana para revisar vivienda por vivienda. Lo encontraron en 67, 1 y 2, atrás de un arbusto.

Extrañamente, horas más tarde, el director del hospital San Martín confirmaba la muerte del detenido.