Puerto Rico: una de las islas del Caribe con grandes atractivos
| 27 de Septiembre de 2015 | 00:47

Puerto Rico es una bellísima y sorprendente isla caribeña con mucho para ver y hacer. Es un destino turístico que va desarrollándose a grandes pasos porque combina sus grandes bellezas naturales, con la historia, la gastronomía y la cultura
Un ícono de Puerto Rico que de alguna manera combina varios de esos atractivos es el Parque Ceremonial Indígena Caguana.
Actualmente, las autoridades de Puerto Rico quieren rescatar el Parque Ceremonial Indígena de Caguana, poco conocido incluso entre naturales de la isla caribeña, cuya existencia salió a la luz pública por vez primera en 1914 gracias a la difusión de los trabajos del arqueólogo estadounidense John Alden Mason.
El científico norteamericano realizó parte de un estudio con el que las autoridades norteamericanas querían conocer mejor su nueva posesión anexionada.
Un ícono de Puerto Rico que de alguna manera combina varios de esos atractivos es el Parque Ceremonial Indígena Caguana
Los restos arqueológicos se hallaron junto al río Tanamá, ocultos por una gran cantidad de vegetación. Los “Corrales de los indios”, como también se conoce a este vestigio taíno del municipio de Utuado, están situado a dos horas de la capital, San Juan y vivió a partir de la década de los treinta del pasado siglo XX continuos trabajos de excavación y estudios interpretativos.
PLAYAS
El Instituto de Cultura Puertorriqueña, bajo la dirección de Ricardo Alegría, puso en marcha la restauración del lugar en 1956 y, casi un década después, en 1965, fue oficialmente inaugurado el parque, incluido un pequeño museo, con la idea de preservar lo encontrado y darlo a conocer, tanto a la población local como a la extranjera.
Las autoridades locales han tratado de dar un empuje al lugar en 2015 por medio de un nuevo plan de limpieza y acondicionamiento, que sirva para convertirlo en un atractivo turístico para los millones de personas que viajan a Puerto Rico cada año, principalmente en busca de sol y playa, y que raramente se aventuran al interior de la isla para visitar otros sitios de interés cultural.
SAN JUAN
Por ello, estos restos arqueológicos son una apuesta de las autoridades que se suma a lo que, en este sentido, puede ofrecer un relajado paseo por el Viejo San Juan como casco histórico colonial, con su bien conservada muralla y fuertes de defensa, o las señoriales calles de Ponce, la urbe más emblemática del sur de la isla.
El taíno es el pueblo autóctono precolombino procedente de América del Sur que habitaba Bahamas, Cuba, Jamaica, La Española (República Dominicana y Haití), Puerto Rico, Bahamas y parte del área norte de las Antillas Menores. En la parte sur vivían los caribes.
Poco a poco fueron desapareciendo a raíz de la llegada de los colonizadores españoles. La propagación de nuevas enfermedades, la mezcla racial y la imposición de costumbres ayudaron a su progresiva extinción en la isla de Puerto Rico.
EL TESORO DE CAGUANA
El poblado de Caguana consta de doce bateyes rodeados por una variedad de piedras o monolitos con petroglifos (dibujos simbólicos grabados en roca).
Los bateyes son espacios de formas rectangular u ovalada, limitados por hileras de piedras de tipo monolito tallados con figuras mitológicas. Hoy día se conoce por batey al área en la que bailan quienes danzan al ritmo de la bomba, un género musical autóctono.
La mayoría de los petroglifos pesan más de una tonelada y forman parte de un conjunto de carácter lúdico y religioso que los científicos creen que se construyó hace cerca de mil años.
Los investigadores piensan que el parque servía a los taínos para la celebración del batú, una ceremonia de juego de pelota, en la que competían dos grupos de contrincantes y había hasta apuestas, según las crónicas españolas de la época.
Las piedras, traídas del vecino río Tanamá, fueron talladas por los indígenas y están dispuestas de tal forma que recrean una especie de plazas donde se celebraban actos religiosos y juegos de pelota.
Todo ello constituye un marco de gran belleza, rodeado por rica vegetación en la que destacan árboles como el ausubo, la ceiba o el tabonuco.
El área ceremonial consta de una plaza central de 50 por 40 metros y otra decena de espacios rectangulares bordeados por monolitos inscritos con petroglifos.
La disposición hace pensar que el parque incluía un centro dedicado a ceremonias, como las de areyto o ceremonia de canto, que se desarrollaban en el batey -la plaza-, donde también tenía lugar el batú, un juego de pelota que servía de diversión a los taínos.
FAROS
Otros de los atractivos de Puerto Rico son sus 15 faros históricos construidos hace más de un siglo, debido a que la isla se encuentra en una zoba del Caribe con mucha navegación y su forma es sumamente irregular
El más conocido de todos los faros es el del casco histórico de El Viejo San Juan de la capital, que forma parte del conjunto del Castillo de San Felipe del Morro, la fortificación española del siglo XVI.
Levantado en 1846 y con una altura de 57 metros, contaba inicialmente con cinco reflectores, aunque el deterioro sufrido hizo necesaria una intervención en 1860 y, con el nuevo siglo, en 1908, se reconstruyó la torre, dañada durante la Guerra Hispanoamericana.
El de San Felipe del Morro es el faro más antiguo todavía en funcionamiento y sirve de referencia entre el Cabo de San Juan y las localidades del norte de Puerto Rico de Fajardo, al este, y Arecibo, al oeste, ambas con reconocidos faros también.
El de Aguadilla, en el extremo noroeste de Puerto Rico y conocido como el de Punta Borinquen, fue inaugurado en septiembre de 1889, pero lo destruyó un terremoto entrado el siglo XX y su estructura actual data de 1922.
El de Aguadilla sirve como referencia a las embarcaciones de entrada al Mar Caribe a través del Canal de la Mona que separa a Puerto Rico de la República Dominicana.
En dirección al este se encuentra el Faro de Arecibo, construido en 1898, que inicialmente fue una torre hexagonal y con un foco capaz de alumbrar a más de 25 kilómetros, aunque su deterioro alcanzó cotas graves a finales de la década de los setenta del pasado siglo.
Este faro, también conocido como el de “los Morrillos” por encontrarse en una montaña rocosa conocida como “Punta Morrillo”, fue el último construido por los españoles, en estilo neoclásico de forma rectangular de 12 metros de ancho por 25 de largo.
Otros de los atractivos de Puerto Rico son sus 15 faros históricos construidos hace más de un siglo, debido a que la isla se encuentra en una zona del Caribe con mucha navegación y su forma es sumamente irregular
Sobre la torre descansa una cúpula en bronce y dentro de esta una luminaria la cual aún está en uso y, en la actualidad, cuenta con un lente de 190 milímetros que gira cada 5 segundos.
En su interior se pueden observar artículos que fueron encontrados en el fondo del mar, un traje de buzo de 1910 y, en sus paredes, literatura relacionada a la historia del faro y la Guerra Hispanoamericana.
CABO ROJO
El Faro de Cabo Rojo, situado en ese municipio de la punta suroeste de la isla caribeña, se encuentra en un punto aislado cerca de la playa del Combate, de gran belleza paisajística y alto valor ecológico.
Es uno de los lugares más pintorescos de Puerto Rico, fue construido en 1882 por las autoridades españolas, época desde la que fue degradándose hasta que, en 2002, comenzó su reconstrucción que culminaría en 2007 con la apertura al público con sus originales colores en gris y blanco.
En 1981 fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos del Departamento el Interior de los Estados Unidos por el valor de la construcción, cuyo sistema de iluminación original fue llevado de Europa.
Conocido en toda la isla sus espectaculares atardeceres y sus acantilados, marca la entrada al Mar Caribe a través del Canal de la Mona por el sur.
De 12 metros de altura, en 1959 se redistribuyeron los espacios de la estructura y, en 1960, se sustituyó el mecanismo de reloj por un motor eléctrico.
Otro de los faros de referencia de Puerto Rico es el de las Cabezas de San Juan de Fajardo, en la punta noreste de la isla. Construido en 1880, el edificio sufrió daños durante la Guerra Hispanoamericana.
Parte de la Reserva Natural de las Cabezas de San Juan se encuentra junto a bahía de bioluminiscencia de Fajardo, famosa por su iluminación durante la noche gracias a la presencia de organismos vivos en el agua, un lugar visitados cada año por miles de turistas.
El faro, incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos por el Gobierno de los Estados Unidos en 1981, se sitúa dentro de terreno del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico.
Alojamiento: En esta época del año, considerada como temporada baja, en Puerto Rico, se pueden conseguir en Internet ofertas sumamente convenientes, como por ejemplo, la del “Best Western Plus Condado Palm Inn & Suites” (tres estrellas), situado en Condado Avenue Nº 55. La tarifa diaria por persona, en base doble y con desayuno, es de 836 pesos argentinos. Este establecimiento, ubicado a 2 km del centro histórico de la ciudad de San Juan. Una promoción muy buena es la de “El Canario Boutique Hotel” (tres estrellas) ubicado en Ashford Avenue Nº 1317. Este establecimiento ofrece un paquete de diez días de alojamiento con desayuno para dos personas por 7.567 pesos argentinos; el complejo está en la zona de Condado y a una cuafra del mar.
Cómo llegar: El costo de un pasaje aéreo desde Buenos Aires a San Juan de Puerto Rico, en vuelo con una escala, arranca desde 10.636 pesos argentinos, y 11.238 pesos en viaje directo.
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