Entraron en una casa derribando la puerta con una moto en marcha

La manera clásica con la que los ladrones entran a la fuerza a robar a las casas suele ser con barretas o a las patadas. Pero en Los Hornos ya son varios los casos de delincuentes que, subidos a una moto en marcha, aceleran hasta chocar la puerta y derribarla. Un vecino de 150 entre 60 y 61 fue la nueva víctima de esta tendencia.

Eran poco más de las 8 de la mañana de ayer. En esa vivienda sólo quedaba un hombre de 31 años: su pareja se había ido a trabajar un rato antes. De repente, el joven se despertó sobresaltado por algo parecido a un estallido: “Me asomé a la planta baja y vi la rueda de mi moto. Al lado estaba un ladrón apuntándome con una pistola 9 milímetros”, relató.

Un minuto antes, al menos dos motochorros habían frenado delante de ese domicilio. Uno de ellos forzó con una palanca las rejas delanteras. Luego llegó hasta el patio frontal y ahí encontró la Honda Fan del dueño de la casa.

Como si fuera suya, la encendió, la aceleró a fondo y tiró abajo la puerta principal. El asalto recién empezaba.

golpes y amenazas

Ni bien se dio el cruce entre la víctima y el intruso, al primero lo obligaron a tirarse al piso y a permanecer inmóvil. Acto seguido le empezaron a pegar trompadas y hasta un palazo, que le estalló en la espalda con crudeza.

“En ningún momento intenté resistirme, pero el ladrón igual me maltrató. Se lo veía muy drogado”, describió el hombre, que accedió a hablar con EL DIA pero pidió reserva de su identidad.

Lo primero que exigió el intruso fue la plata. En unos minutos encontró el sitio donde había algo de dinero, pero como suele ocurrir en estos casos, el delincuente fue ambicioso. “Siguió revisando y tirando todo por el piso. Me robó además dos televisores y una PlayStation”, agregó la víctima.

En la mitad de la tensión y en un momento en el que se quedó sin el delincuente al lado, el dueño de casa alcanzó a pedirle auxilio a su vecino de al lado. Todos se apuraron, tanto él como los oficiales de la zona, pero esta vez volvieron a ser más rápidos los ladrones.

Repartidos en las dos motos -la que tenían de antemano y la del asaltado-, los delincuentes se fugaron cargando los electrodomésticos bajo el brazo.

El operativo policial tuvo algunos resultados. En 151 entre 49 y 50, es decir a diez cuadras del lugar del hecho, los uniformados encontraron la moto que se llevaron de la casa de 150.

“La tenían dos pibes de 13 y 16 años, que no eran los que me robaron a mí, porque el que entró a mi casa tendría entre 18 y 23. A los chicos se los llevaron a la comisaría pero estuvieron un rato hasta que la madre los fue a buscar. Tardé más yo en salir de la comisaría que ellos”, protestó la víctima.

A pesar de las otras búsquedas que se hicieron en los alrededores para encontrar a los ladrones que ingresaron a la casa, aún no los atraparon.

Según se sospecha, es probable que en el robo haya intervenido un tercer delincuente, al que la víctima no vio, pero sí otros vecinos.

con el pie izquierdo

La llegada de la pareja asaltada a Los Hornos fue recién hace tres meses. En todo ese tiempo escucharon el comentario vecinal de que el barrio es tranquilo. “Para nosotros ya no es más así”, dijo entre la broma y la seriedad el joven atacado a golpes.

La modalidad de emplear una moto -propia o ajena- para tumbar las puertas de acceso a una casa tiene algunos antecedentes en esa localidad. Con la misma velocidad con la que las tiraron abajo, cometieron los robos y se escaparon. Los investigadores sospechan de una banda de ladrones jóvenes, siempre listos para atacar en su barrio.