Duras medidas del gobierno húngaro contra los “sin papeles”

Hungría aprobó ayer leyes que penalizan como delito cruzar su frontera a partir del 15 de septiembre. Sólo por pisar suelo húngaro, los refugiados sin permisos podrán ser condenados a tres años de cárcel, una pena que puede aumentar hasta cinco años si se daña el polémico alambrado para frenar el aluvión migratorio, o si se entra armado a Hungría. El gobierno conservador nacionalista del premier húngaro, Viktor Orbán, dijo que con estas leyes “aliviará la presión migratoria” que sufre el país. En lo que va del año, más de 160.000 personas, en su mayoría refugiados de zonas de conflictos como Siria y Afganistán, entraron a Hungría por la frontera serbia, buscando llegar a Austria y Alemania.