En una vivienda de Barrio Norte también se hunde el piso
| 13 de Octubre de 2016 | 21:05

El descubrimiento de la formación de un pozo en su casa, sumado al episodio sufrido recientemente por una vecina que se cayó al hundirse el suelo que pisaba, en su propia vivienda, muy cerca de allí, encendió la luz de alarma de un joven matrimonio de barrio Norte, que no sabe qué hacer frente al socavón que se agranda, bajo el lavadero.
Daniel Sanabria Campo, abogado, compró junto a su mujer, Romina, hace un año, la propiedad de la calle 37 entre 5 y 6, a la altura del Nº 513. Viven desde entonces con su hija Briana -4-, y ahora se sumó el pequeño Vigo -dos meses-.
El viernes pasado Daniel buscaba algo en el galpón de su casa y vio que a centímetros de la baldosa que acababa de pisar se había abierto un agujero. “A partir de ahí empezó a agrandarse cada vez más. Tenemos que tener bien cerrado el lugar por el riesgo que implica que mi hija se acerque”, explicó el joven, que, hasta lo que pudo medir, el pozo tiene una profundidad de, por lo menos, dos metros. También, como el de la vecina de 7 entre plaza Olazábal y 39, que cayó en una fosa que se formó en el patio de su casa, el hoyo del domicilio de la calle 37 está lleno de agua.
Preocupaba porque desde que se produjo el primer hundimiento del piso el pozo no para de ampliarse (ahora tiene un diámetro de 1 metro y medio por 1 metro) y ante el temor de que pudiera suceder algo parecido al episodio de la avenida 7 la pareja recurrió al Municipio y concurrieron al domicilio especialistas de la dirección de Obras Particulares que inspeccionaron el lugar.
“Nos dijeron que se trata de un problema particular, que tenemos que resolver nosotros. Lo que pasa es que no sabemos si al ponernos a reparar el galpón se sigue agrandando el pozo con el riesgo que significa de derrumbe. Por eso necesitaríamos aunque sea el asesoramiento de la Municipalidad. Igual nos inspectores nos dijeron que iban a revisar los planos antiguos de la Ciudad, para ver si hay algún gran pozo señalado”, dijo Sanabria Campo.
Desde la Comuna se informó que durante la visita al departamento -un ph - se midió la profundidad del pozo y que al igual que al dueño de casa calculan que no tiene menos de dos metros; asimismo, no se pudo determinar el origen de la depresión ni la fuente del líquido, ya que, se aseguró, “no se detectaron emanaciones”.
Por lo pronto, el matrimonio ya contrató a una empresa que vaciará el socavón. “Después veremos cómo lo arreglamos”, concluyó el vecino de barrio Norte.
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