No le sustrajeron nada, pero perdió $ 9.000 en arreglos

De un día para otro, el dueño de una imprenta de 4 y 64 tuvo que desembolsar nueve mil pesos en arreglos. Fue a partir de un intento de robo en su local, frustrado por motivos que se desconocen, pero que implicó un trastorno importante para ese trabajador.

En un horario incierto -comprendido entre las 19 del lunes y la mañana de ayer- un grupo de delincuentes fue hasta ese comercio con intenciones de saquearlo.

Al comienzo rompieron una reja de hierro para después destruir la cerradura de la puerta. Tenían casi toda la tarea completa. No obstante “no alcanzaron a meterse, tal vez porque pasó alguien que los vio, o por otro motivo que no lo sé”, señaló Rubén, el dueño.

Cuando él fue a abrir ayer se topó con el panorama. Llamó a la policía pero los agentes le dijeron que “no pueden hacer nada”. Desistió de hacer la denuncia porque a su entender es “una pérdida de tiempo”. Y no le quedó otra que pagar por los arreglos.

“Encima, en la zona todo el tiempo venden drogas”, apuntó el comerciante, quien vinculó esa situación a la inseguridad en el barrio: “En los últimos meses hubo por lo menos cinco robos, siempre de noche”, marcó.

Encima
Rubén

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