Claves para identificar si un chico es víctima de acoso escolar

Si bien cuenta con antecedentes que se remontan a otras épocas, el bullying es una práctica cada vez más común y, según quienes lo analizan, comienza a producirse ya desde los 9 años, aunque la franja etaria más vulnerable es la que va entre los 12 y 14 años. Una encuesta reciente en colegios secundarios del país, realizada por la Asociación Civil Ciudades Sin Bullying, reveló que el 39,5% de los chicos sufre bullying por parte de sus pares. Ahora bien, ¿cómo darse cuenta cuando un chico es víctima de este flagelo?

Los especialistas coinciden en que suele pasar bastante tiempo antes de que los padres sepan que sus hijos están siendo víctimas del hostigamiento de sus pares, dado que no es algo común que las víctimas cuenten qué les está pasando. Algunas veces por miedo o por estar bajo amenaza de los agresores, pero la mayoría de las veces simplemente se trata de vergüenza. Frente a eso, lo fundamental es que los adultos estén alertas a diferentes señales que podrían ser indicadores indirectos del acoso escolar.

Una de esas señales -y tal vez la primera- es un cambio en el comportamiento del chico, ya que quien sufre el hostigamiento de sus compañeros suelen regresar de la escuela muy irritables y mantener ese incordio durante largo tiempo. También es muy frecuente notar que el chico que es víctima de bullying experimenta un incremento de la ansiedad y cierta desesperanza, como asimismo una modificación en su rutina cotidiana y severas dificultades para poder conciliar el sueño.

Otra señal característica es un cambio notable en el rendimiento educativo, tanto si no logra concentrarse como si tiene un rendimiento significativamente mejor, algo que, al decir de los especialistas, suele darse como un intento de recibir la mirada y la protección de los adultos. Tampoco se pueden pasar por alto los signos físicos, dado que es común que aparezcan con lesiones que no se explican como rasguños y moretones. Un síntoma muy habitual es que también manifiesten dolores de cabeza o estómago antes de ir al colegio, algo que se genera habitualmente por el miedo que sienten. Los expertos también aconsejan estar atentos cuando los chicos pierden o o sufren la rotura de los objetos que llevan al aula, cuando se aíslan y, por supuesto, cuando directamente no quieren ir a la escuela.

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