Una “varita quebrada” en la Ciudad: murió el Mago Pin

Ilusionista, presentador, conferencista y maestro, la muerte del Mago Pin (55) conmueve a la colonia artística local, en donde deja una huella como uno de los grandes referentes platenses de este arte milenario.

Sergio Alonso, quien vistió el traje de Pin durante las últimas cuatro décadas, falleció el martes pasado, víctima de una cruel enfermedad que le fue detectada hace tres años.

Sin embargo, y como destacaron algunos de sus colegas más cercanos, su mayor truco fue, precisamente, “haber burlado a la muerte” porque Pin trabajó hasta las últimas horas, ininterrumpidamente. De hecho, seguía planeando actividades, como los dos congresos a los que pensaba asistir en los próximos días, uno en Mendoza y otro en Adrogué, en donde será homenajeado.

Por eso, su muerte golpea tan fuerte.

El Mago Pin, gracias a su talento, logró trascender la escena local. No sólo dictaba clases en La Plata y alrededores -Magdalena, Ranchos y General Rodríguez, entre otras localidades de la Provincia- sino que, además, era convocado asiduamente desde diferentes rincones del país y de otros limítrofes por sus dotes como presentador.

Claro que con su faceta de conferencista también recorrió miles de kilómetros, compartiendo experiencias, técnicas y trucos en los encuentros nacionales e internacionales más reconocidos del ambiente.

Gracias a su padre conoció de cerca las artes escénicas y se enamoró de esta profesión.

“Desde que vi de cerca el milenario arte de la magia me apasioné y le dediqué mi vida. Hoy lo transmito en cada uno de mis espectáculos”, había dicho el mago platense, en una entrevista.

Formado con el Mago Luas, a quien consideraba su maestro y mentor, Pin era un artista integral y multifacético. Hacía shows para niños y adultos, en igual medida, y se destacaba en todos los formatos: tanto en grandes escenarios como en espacios cercanos, ilusionando con cartas o pequeños objetos.

“IlusionArte”, por caso, fue uno de sus espectáculos más recordados, el que junto al mago Marcelo Luque presentó durante diez años consecutivos en diferentes puntos de la Ciudad, sobre todo en vacaciones de invierno o días del niño.

Con su show, Pin ha animado tanto celebraciones privadas como públicas, destacándose sus actuaciones en el Teatro de la Comedia de la Provincia, en el Pasaje Dardo Rocha, en el Centro Cultural Islas Malvinas o, entre otras, en la República de los Niños, en donde se desempeñó como Secretario Cultural en 1986.

Fundador y presidente del Pináculo Mágico, centro de magos que funciona en la Ciudad desde 2003 y destinado a compartir entre colegas charlas sobre diferentes temáticas mágicas (espectáculos, trucos, formas de hablar, técnicas, etc.), tomó su nombre artístico de un dúo que tenía con un amigo payaso, con quien formaron la dupla “Pin Pon”.

“Se pierde, primero, un gran maestro, su magia, y con él varios secretos; y se pierde, después, un amigo, un padre mágico”, aseguró Luque, golpeado por la pérdida de quien fuera su maestro, y con quien fundara el Pináculo Mágico.

Del Mago Pin se extrañará su “chispa inigualable, sus anécdotas y sus chistes”, además de su gag característico y con el que sorprendía en cada presentación: la varita que, con un movimiento repentino, hacía explotar con un poderoso estruendo que dejaba a todos atónitos.

Dentro de sus presentaciones de escenario, su juego más destacado era el clásico y conocido como la mujer zig zag, que consistía en la ilusión de cortar a una mujer dentro de una caja. Y dentro de los espacios más íntimos, Pin ilusionaba con el recordado “Vals de las ases”, también llamado “Ases de Mcdonald’s”.

Su actividad profesional se remonta a la década del ochenta, como artista itinerante en el teatro de la Comedia de la Provincia de Buenos Aires. Una época en la que fundó, junto a un grupo de colegas, el Centro de Estudios dedicado al Ilusionismo.

En 1986, Alonso se desempeñó como Secretario Cultural y Artista Itinerante de la República de los Niños, en Gonnet. También fue declarado socio foráneo del Centro Mágico Marplatense, y coordinador artístico de la primera fiesta nacional del alfajor, en Córdoba; una función que repitió un año después, en la segunda edición.

Fue, en los noventa, representante del primer Encuentro regional de Jóvenes Artistas Bonaerenses.

Comprometido socialmente, Alonso fue también durante dos años (1995/1996) coordinador artístico de PIBES, Programa de integración bonaerense de educación solidaria.

Y con orgullo contaba, en su experiencia, las actuaciones que realizó a principios del nuevo milenio en el Tren Cultural, recorriendo diferentes partidos de la Provincia de Buenos Aires.

Convocado asiduamente como jurado de reconocidos torneos y concursos, fue también asesor para la Labor Educativa en el Instituto de Cultura Itálica, y produjo destacados congresos y seminarios.

También fue parte de la serie “El Mago” (Canal 11) en 1988, junto a Carlos Calvo; participó de la película “Laberinto del terror”, con Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Susana Romero y Luisa Albinoni, bajo la dirección de Enrique Carreras; y fue artista invitado en ciclos como “Carichicos”, “Lo Que Te Gusta a Vos”, y condujo su propio programa “Buenas Noches Mágicas con PIN” (Multicanal).

Hijo de Edehery Villalba, y hermano del cineasta Gustavo Alonso, Sergio estaba casado en segunda nupcias con Sonia Pagola, era padre de Rocío, abuelo de Lorenzo y sobrino de Niria. También tenía varios hijos del corazón: Franco Penachionni, Mariano, Leandro y Hernán Di Pietrantonio, y Micaela Pedrazzini.

Sus compañeros del Pináculo Mágico, dolidos con el reciente fallecimiento de su fundador y presidente, aseguraron que “intentarán llevar su memoria lo más alto posible”, y volverán a reunirse en su homenaje dentro de quince días, como siempre, todos los jueves, a las 20, en el Sagrado Corazón, 9 y 58.

Centro Cultural Islas Malvinas
General Rodríguez
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Mago Pin
Marcelo Luque
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Pin Pon
Pináculo Mágico
Secretario Cultural

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