Encapuchados los redujeron a palazos para robarles la caja
| 4 de Noviembre de 2016 | 01:52

Dos jóvenes de poco más de 20 años estaban detrás del mostrador de un almacén de City Bell. Mientras esperaban algún cliente, respiraban un poco de aire fresco con la puerta abierta. Hace pocos días que uno de ellos empezó a trabajar ahí y todavía está a prueba. Junto con la brisa de la noche, los que entraron al local fueron cuatro ladrones armados con un palo de madera. A los dos chicos les pegaron tan fuerte en la cabeza que ambos terminaron en el hospital de Gonnet.
En 476 y 19 los asaltantes frenaron y se decidieron a robar en ese autoservicio. Es una zona transitado de la localidad cercana al camino Belgrano, pero que “de noche es tierra de nadie porque no hay movimiento”, opinaron en ese local.
Así era la escena poco antes de las 21 del miércoles: ningún peatón que pudiera ver lo que estaba por pasar y los cuatro delincuentes -descriptos como “muy violentos”- sin problemas para actuar. Se sabe que andaban en, por lo menos, una moto de alta cilindrada.
Ni bien los vieron entrar encapuchados, los dos jóvenes se supieron víctimas. Uno de los ladrones le pegó un palazo en la cabeza a cada uno de ellos “para que tuvieran miedo y colaboraran”, estimó Jonatan, compañero de los asaltados.
Una cámara de seguridad situada justo sobre los empleados captaba toda la secuencia, aunque en la filmación “no se les llega a ver las caras porque las tenían tapadas”, sostuvo el mismo muchacho, consultado ayer por este medio.
Mientras los jóvenes se lamentaban por el dolor y la sangre que perdían, los intrusos revisaban todo el negocio.
De esa forma se apoderaron de la registradora -la caja completa, con tres mil pesos en su interior- los celulares de cada una de las víctimas y un fernet más botellas de gaseosa. “Además dieron vuelta la oficina, pensando que ahí había más plata o cosas para robar”, completó Jonatan.
El asalto terminó rápido y los delincuentes se escaparon. Todos rondaban la misma edad del par de jóvenes a los que sometieron.
Las dos víctimas fueron a hacerse atender al hospital de Gonnet por las heridas en sus cabezas: al empleado le dieron tres puntos y al otro chico que recién empieza, dos.
El negocio fue visitado por efectivos de la jurisdicción y también de la Policía Científica. Además, se radicó una denuncia en la comisaría Décima. A partir de este caso no van a trabajar más a puertas abiertas cuando quieran disfrutar un poco de aire. “Ahora atendemos a puerta cerrada y le abrimos a los que conocemos”, dijo Jonatan.
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