Llegan las Fiestas: ¿qué me pongo?

Aunque el vestido en todas sus versiones es el aliado de Nochebuena y la cena de fin de año, el mono, el pantalón palazzo y el esmoquin ofrecen nuevos horizontes que te invitan a estar más cómoda sin parar de brillar

Mágicas e intensas, las últimas noches del año exigen un estilismo acorde al lugar donde se celebra. ¿Dónde va a recibir el año nuevo? “A la hora de vestirse en esta fecha hay que guardar una etiqueta y es importante saber si se celebra en un ambiente familiar o en un escenario con muchos invitados a los que no se conoce”, dice Miguel del Amo, experto en Protocolo Social y Etiqueta.

Las cenas del 24 y el 31 de diciembre admiten muchos estilismos, “aunque el vestido largo de noche es el más idóneo”, explica del Amo, quien recomienda para esa noche tejidos ricos y sofisticados, así como materiales que incluyan pedrería, lentejuelas o plumas.

En cuanto a los colores, “además de tonos clásicos como negro o rojo, son noches para arriesgar con una gama cromática que incluya dorados y plateados”, añade el experto.

El estilismo de fin de año también admite dar protagonismo a complementos, joyas y zapatos con tacó alto, siempre y cuando sea cómodo y te permita bailar hasta el amanecer.

El stiletto con aplicaciones de cristales, adornos de bijuterie o bordados, es un zapato llamativo, favorecedor y sexy que abraza la elegancia y se coordina de maravilla con los vestidos de fiesta.

PREPARATIVOS

El último día del año es una fiesta que exige muchos preparativos, tanto en el vestuario como en el maquillaje y el peinado. Para pasar la prueba con nota es importante empezar con una buena ducha, hidratación por “doquier” y una ampolla flash de belleza inmediata para iluminar el rostro y retirar los signos de fatiga.

Lo ideal es tener previsto el estilismo que se desea lucir pero, si no es el caso, lo mejor es abrir el armario y elegir prendas con tejidos amables y divertidos como el terciopelo, las lentejuelas o el glitter, eso sí, en pequeñas dosis.

Este año se llevan los brillos mezclados con prendas de punto, transparencias o tejidos adamascados o de terciopelo.

Junto a esta estética también se imponen los conjuntos transparentes, pero es conveniente lucirlo con discreción, con la maestría suficiente para insinuar sin caer en lo vulgar, es decir sin que la evidencia destroce un conjunto cuajado de sensualidad.

Es el momento de lucir ese vestido joya que compraste para la boda de tu mejor amiga, el esmoquin con un top de fiesta o el mítico vestido negro con un saco de lentejuelas.

Con cualquiera de estas opciones se puede aprobar el examen estilístico de fin de año, pero si se trata de una reunión de amigos, la alternativa al típico vestido de fiesta es el palazzo, pantalón con altura en los tobillos, una prenda que proyecta un nuevo horizonte y que se puede combinar con un montón de prendas, desde blusa con lazos a suéters finos. Admite tacos.

Si la opción es salir a quemar calorías bailando, lo mejor es un vestido cómodo y corto. “Para esta noche festiva serán fieles aliados las prendas de lurex y pailletes”, asegura del Amo.

Estos vestidos de brillo se pueden combinar con zapatos de taco, camperas de cuero o boleros de piel, pero lo más importante es lucir una actitud divertida y desenfadada.

Otra propuesta novedosa para esta divertida y larga noche es optar por un mono. Se acabó la tiranía del vestido, mini o maxi; el mono, práctico y favorecedor, parte como favorito, más desde que famosas “it girls” lo lucen con escotes de vértigo o espaldas sensuales, un modelo que invita a bailar sin parar.

estilismo
etiqueta
importante
lentejuelas
lucir
mejor
Miguel
Protocolo Social
tejidos

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE