Avanzan con la conexión de la autopista La Plata y la Illia
| 23 de Marzo de 2016 | 01:52

Antes de fin de año se pondrá en marcha un proyecto que lleva más de dos décadas de postergaciones: la obra de la “autopista ribereña”, que a través de Puerto Madero conectaría las autopistas Balbín (La Plata-Buenos Aires) e Illia, habilitando la posibilidad de otorgar mayor fluidez al intenso movimiento de camiones y transporte público en los cinco kilómetros que median entre Dársena Sur y Retiro.
Así lo anunciaron ayer desde el gobierno porteño, confirmando, de ese modo, la intención de Horacio Rodríguez Larreta de que antes del final de su mandato -en 2019- el nuevo enlace vial esté en funcionamiento. La obra, estiman, podría demorar en terminarse al menos 34 meses.
Se trata, como se sabe, de un mega emprendimiento que además permitirá completar el anillo de circunvalación de la capital federal. A su vez, con esto se conseguiría sacar los camiones del centro porteño, ya que el tránsito pesado podría entrar y salir de la zona portuaria siempre por vías preparadas para ello.
La ribereña es una autovía de 7,1 km que serviría como nexo entre la autopista Illia y las autopistas 25 de Mayo y Buenos Aires-La Plata, para descomprimir el caudal vial porteño.
Según adelantaron fuentes de la comuna porteña, en un plazo de tres semanas se presentará el proyecto, del cual todavía restan conocerse numerosos pormenores, incluyendo el diseño elegido, para luego avanzar en el llamado a licitación.
tres diseños
Como informó oportunamente este medio, fue el propio Rodríguez Larreta quien, a fines de febrero pasado, en el marco de un encuentro con vecinos, anunció la obra y precisó que la iniciativa “se trabajará a través de la Corporación Puerto Madero”.
El año pasado, esa firma estatal, integrada por el estado nacional y el porteño, se pronunció en favor de tender la futura autopista en un túnel, bajo las tierras comprendidas entre las avenidas Huergo/Madero y Alicia Moreau de Justo.
De prosperar este diseño, la boca sur del pasaje subterráneo estaría en el actual extremo de la autopista Balbín entre nuestra ciudad y la capital, y la rampa norte en el barrio de Retiro, donde se elevaría para yuxtaponerse con la Illia “sin alterar” la geografía de la Villa 31. Según ese proyecto habría a lo largo de la traza cabinas de peaje.
Sin embargo, se mencionaron al menos otros dos diseños para concretar el plan maestro de la ribereña: uno que contempla una traza elevada por los docks de Puerto Madero y otro que postula la construcción de una “semi-trinchera” (con una parte soterrada), que ya se utilizó en el metrobús de Lima.
De elegirse ese último proyecto, la autopista correrá frente a la hilera de docks de la avenida Alicia Moreau de Justo por debajo de donde actualmente están las vías del tren. Tendrá cuatro carriles de cada lado y partirá desde la bajada de la Autopista Buenos Aires-La Plata, en Brasil y la avenida Huergo, hasta un kilómetro antes del peaje de la autopista Illia (en Retiro) donde subirá a la superficie, primero en “trinchera” y, después, como puente.
Según trascendió, este modelo, al no conllevar un impacto ambiental negativo, habría abierto la puerta para el acceso al crédito externo. Precisamente, según trascendió, el costo estimado del proyecto es más de 500 millones de dólares y ya se habría conseguido que la Corporación Andina de Fomento (CAF) autorizara un crédito por 340 millones de dólares.
La ejecución de los trabajos demandaría no menos de 34 meses y a su término se podría llegar desde Avellaneda a Vicente López en poco más de diez minutos.
un proyecto pendiente
La idea de construir un tramo de autovía en Puerto Madero tiene varias décadas. En principio se la pensó elevada, pero la recuperación del barrio y el boom inmobiliario y gastronómico de alto perfil que le siguieron echó por tierra la idea.
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