Salvaje asalto a una familia en un barrio jaqueado por el delito

A las 6.20 de la tarde del jueves, todavía de día, un abogado llegó en auto junto a su esposa y la hija adolescente de los dos a su vivienda en el barrio Hernández.

Los tres bajaron del Volkswagen Surán gris, pero cuando iban a ingresar a su casa de 135 entre 513 y 514, se lo impidieron dos delincuentes en moto que se encargaron de robarles -en unos minutos- las pertenencias que llevaban encima.

Para conseguir ese propósito, además, apelaron a una metodología violenta.

el ruego de una nena

Ayer a la tarde, parado en el mismo escenario donde se desarrolló este asalto, el abogado Marcelo Javier Marcó (46) contó a este diario que uno de los delincuentes “enseguida le puso una faca en la panza a mi mujer, mientras que a mi hija de 11 años la empujaron e hicieron caer al barro, donde llorando les pidió que no le hicieran nada”.

“Uno se me vino encima y me sacó el maletín creyendo que ahí guardaba dinero, pero le dije que sólo había documentación que no les servía y le pedí que no me la llevaran. Me tiró el maletín a centímetros de una zanja con agua estancada”, reveló el abogado.

Sobre el botín con el que escaparon los motochorros, Marcó detalló que “se llevaron la cartera de mi esposa, donde tendría 900 pesos y documentos personales, un bolso suyo, su celular y el de mi hija”.

Al igual que muchos otros vecinos de esa zona, el profesional se quejó del nivel de inseguridad que los acecha “desde hace seis meses”, según calcularon.

“Hace 11 años que vivimos en Hernández y el nuestro siempre fue un barrio tranquilo. Jamás hubo la cantidad de robos que están ocurriendo por acá”, reflejó con gesto de preocupación.

También la propietaria de un kiosco y almacén de esa cuadra, Verónica Villalba (25), padeció la inseguridad en carne propia, hace un mes.

“Los delincuentes vinieron justo cuando dejé al cuidado del comercio a mis padres, porque tenía que ir a buscar dinero en cambio a mi casa”, reveló ayer a EL DIA.

Aquel hecho también fue muy violento. Según dijo Villalba, “a mi mamá uno de ellos la agarró del cuello y le exigía que le diera la plata grande, como si acá la hubiera y a mi papá le tiraron una balanza electrónica a la cabeza, aunque por suerte no le pegaron”.

“Fue a las siete de la tarde y al final se fueron con 1.500 pesos de la recaudación”, acotó .

EN MOTO, DE DIA Y VIOLENTOS

En una recorrida que hizo este diario por las calles de Hernández permitió conocer las características y modus operandi de los delincuentes que en los últimos meses se adueñaron de la tranquilidad y pertenencias de muchos de sus vecinos.

Algunos de ellos coincidieron en señalar que “actúan siempre de a dos, se movilizan en motos de baja cilindrada y por lo general cometen los asaltos en horarios diurnos”.

También describieron a los delincuentes como “pibes de entre 18 a 22 años, que se muestran a cara descubierta y son muy agresivos”.

Amparados en el anonimato, hubo frentistas que se animaron a conjeturar que “en Hernández los `chorros` tienen zona liberada”, antes de detallar que “sólo en una manzana hubo más de 10 robos en igual cantidad de días”.

Agregaron que “en la comisaría de Gonnet y en la de La Unión se `pasan la pelota` sobre sus culpas”.

“Nunca reclamé nada para mí, ni para mi gente, me equivoqué”, escribió Marcó en su muro de la red social Facebook, pero “estoy seguro que no quiero ver más a mi hija tirada en el barro llorando y pidiendo que no le hagan nada, eso no lo pienso permitir mas”.