Fiesta electrónica y descontrol, en el centro de una polémica

La investigación de las muertes en la fiesta Time Warp puso en foco este tipo de eventos

Francisco tiene 23 años y dice que la primera vez que fue a una fiesta electrónica iba convencido de que no iba a tomar drogas de diseño. Sabía, dice, que estas forman parte de este tipo de evento, pero desconfiaba. Sin embargo terminó tomando. “Es que es el ambiente el que te lleva. Las drogas están ahí, son accesibles, las venden en algunos casos las mismas personas que las llevaron a la fiesta y no alcanzan a tomarlas. Y una vez que tomaste empezás a formar parte del ambiente de otra manera, pasás a necesitar la música y te genera una sensación como de hipersensibilidad y de empatía con el otro”, cuenta.

El trágico desenlace de Time Warp, una famosa fiesta electrónica nacida en Alemania y que por tercera vez se realizaba en Argentina el último fin de semana, puso en el centro de la atención pública a este tipo de megaeventos que comenzaron a realizarse en el país a fines de los ´80 para consolidarse en los ´90. Y en el caso particular de la fiesta del último sábado, se fue revelando, a partir de la intervención de la Justicia y de las declaraciones de testigos, un paisaje polémico, en el que destacan varias situaciones irregulares.

Venta y consumo de drogas a discreción, hacinamiento, falta de agua en los baños y venta de botellas de agua mineral a precios insólitos, jóvenes bailando desnudos en el medio de la pista. La investigación en torno a las muertes en la fiesta Time Warp puso en evidencia una situación de descontrol que hizo que el fiscal de la causa hablar de una “zona liberada para vender drogas”. Y puso en debate la relación entre este tipo de eventos y el consumo de drogas de diseño.

encuesta

Según los datos de una encuesta realizada en 2014 por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sobre consumo de sustancias psicoactivas en una fiesta electrónica masiva, el 71% de los entrevistados (75% de varones y 65% de mujeres) indicó que había consumido sustancias psicoactivas o pensaba consumirlas durante el evento (la prevalencia aumentaba en aquellos que ya habían participado de festivales de música electrónica”.

Las sustancias consumidas o por consumir eran alcohol (61%), bebidas energizantes (43%), marihuana (36%), éxtasis (26%) y en menor medida LSD y otras drogas (como cocaína, anfetaminas o ketamina). El 53% de los entrevistados las había consumido o pensaba consumirlas en forma combinada.

Al mismo tiempo, en el marco de la encuesta, el 77% de los consultados que respondieron que habían consumido o pensaban consumir sustancias psicoactivas durante la fiesta manifestó tener estrategias consideras por ellos como “de autocuidado”.

En ese sentido, el 29% dijo tener autocontrol y conocer los propios límites; el 23% dijo que se mantendría hidratado y el 16% dijo que espaciaría los distintos consumos. El resto no supo precisar cuál sería esa estrategia.

A partir de estos datos, desde la Sedronar se propone la implementación de acciones específicas en fiestas electrónicas para generar conciencia y mitigar los riesgos al tiempo que hablan de instalar un sistema de alerta temprana para el registro continuo de nuevas sustancias y modalidades de consumo en el marco del Observatorio Argentino de Drogas.

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