Tensión con los gobiernos que cuestionan la salida de Rousseff
| 14 de Mayo de 2016 | 02:50

BRASILIA.- El nuevo Gobierno de Brasil rechazó ayer las opiniones emitidas por la Unasur y la Alba, y por los gobiernos de Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua en relación a la suspensión de la presidenta Dilma Rousseff.
En sendos comunicados de la Cancillería, Brasil acusa a los “bolivarianos” de “propagar falsedades” y “repudia” las declaraciones del secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, que considera “incompatibles” con su cargo.
“Tales juicios e interpretaciones del secretario general son incompatibles con las funciones que ejerce y con el mandato que recibió del conjunto de países suramericanos en los términos del Tratado Constitutivo y del Reglamento General de la Unasur”, dice el comunicado en alusión a Samper.
SIN RESPONSABILIDAD
Después de que el Senado decidiera el jueves apartar a Rousseff de sus funciones, al aprobar el inicio del juicio político en su contra, y de que la mandataria fuera suspendida de forma temporal y reemplazada por el vicepresidente Michel Temer, Samper afirmó que en Brasil hay actores “que están haciendo política sin responsabilidad” y “comprometiendo la gobernabilidad democrática de la región”.
Estas declaraciones, según la Cancillería brasileña, presentan argumentos “erróneos” que dejan entrever “juicios de valor infundados y prejuicios contra el Estado brasileño” y “hacen interpretaciones falsas” de la Constitución.
El Ministerio de Relaciones Exteriores subraya que “la realidad es opuesta” a lo expresado por Samper, quien señaló que las conquistas de la sociedad brasileña se encuentran “en peligro”.
En relación a los países del bloque bolivariano, la Cancillería resaltó que el proceso político interno de Brasil se desarrolla “en absoluto respeto a las instituciones democráticas y a la Constitución”.
MADURO
En este marco, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió a su embajador en Brasil, Alberto Castellar, regresar a Caracas, luego de que fuera destituida la jefa de Estado brasileña, Dilma Rousseff, en un proceso que el mandatario venezolano ha calificado como un “golpe de Estado”.
“Hemos estado evaluando, yo le pedí al embajador nuestro en Brasil, Alberto Castellar, que se viniera hasta Caracas”, informó
Castellar, que ya se encontraría en Caracas, se reunió con Maduro; la canciller, Delcy Rodríguez; el vicepresidente ejecutivo, Aristóbulo Istúriz, y “varios dirigentes del comando político” del país caribeño para analizar lo sucedido con Rousseff. Estuvimos evaluando, bueno, esta dolorosa página de la historia de Brasil (...) trataron de borrar la historia con una jugada totalmente injusta con una mujer que es la primera presidenta que ha tenido el Brasil”, dijo .
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