Barreda apareció en un hospital de Tigre con un nombre falso
| 26 de Mayo de 2016 | 19:45

Seis días después de que se materialice el fin de su condena, el odontólogo platense Ricardo Barreda volvió al centro de la escena. Diciendo tener otro nombre y con un aspecto descuidado, apareció en "estado de abandono" en un hospital ubicado en Tigre.
Su ubicación trascendió gracias al pedido solidario que una mujer de Tigre que publicó en su perfil de Facebook una foto acompañada de un texto; en la imagen se puede ver a un hombre mayor en estado de abandono, con una especie de suero inyectado en su brazo.
"Amigos, este señor abuelo, está en el hospital. No sé cuánto hace. Se llama Alberto Navarro. Dice que no tiene parientes. Pero yo creo que sí. Ahora me pregunto, cómo pueden abandonarlo a su suerte. Si usted lo conoce y conoce a su familia, está en el hospital de Pacheco" deja leer el texto. Lo que no sabía la mujer es que el supuesto Alberto Navarro era en realidad Ricardo Barreda.
Lo extraño vino después: Seguido de la publicación, fueron pocos los usuarios que pusieron su "Me gusta" a esta "causa. Sin embargo con el correr de los minutos el post comenzó a ser compartido por miles de usuarios -llegando a un total de 5.200 contactos-. A pesar de la masiva difusión, nadie puso en duda la identidad del anciano.
Finalmente se pudo identificar al odontólogo, y más tarde el sitio Big Bang News habló con una persona que vio a Barreda en el hospital de Pacheco. "Apareció en el hospital y dijo que no tenía dónde ir. Tenía un problema en la próstata. Dijo que su familia lo había abandonado. Trató mal a una enfermera y quiso quedarse a dormir. Alguien le preguntó si era Barreda y dijo que se llamaba Alberto Navarro. Al rato se fue, apenas podía caminar, tenía los pantalones bajos" informó la fuente consultada. Más tarde se informó que odontólogo quedó esta tarde internado en el hospital por problemas de salud mental.
Barreda mató a su mujer, a sus dos hijas y a su suegra el 15 de noviembre de 1992 en nuestra Ciudad. Fue condenado a la pena de reclusión perpetua. En 2008 fue beneficiado con el régimen de prisión domiciliaria porque había cumplido 70 años, pero unos años más tarde la Justicia decidió que constituía un peligro y volvió a encarcelarlo.
En diciembre de 2015 obtuvo la libertad condicional y fijó su domicilio en la casa de un amigo del barrio Los Troncos del Talar, en el partido de Tigre, que queda muy cerca del hospital de Pacheco.
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