Un futbolista, detenido con los botines puestos

Los policías llegaron a la cancha con una orden judicial clara, aunque decidieron respetar los tiempos para que lo primero no empañara el espectáculo deportivo ni -para qué negarlo- alterara algún ánimo dispuesto a complicar demasiado las cosas.

Así fue como, después del entretiempo, un jugador tuvo que abandonar el campo de juego, no por lesión ni sanción deportiva, sino porque se lo llevaron preso acusado de un escruche en una casa, trascendió en las últimas horas.

Ocurrió hace exactamente una semana en la cancha del Club Atlético y Progreso de Brandsen, donde la tercera división disputaba el clásico con Las Mandarinas.

Ese sábado el partido se desarroló sin incidentes ni estridencias, por lo menos en el campo de juego, ya que la historia más llamativa se estaba escribiendo afuera. Es que poco antes de que el árbitro clausurara de un pitazo el primer tiempo, policías locales llegaron a la cancha con una orden de detención contra uno de los jugadores titulares del equipo visitante.

“Lo acusan de un robo en ausencia de los dueños de una casa”, comentaron fuentes oficiales, refiriéndose a lo que en la jerga se conoce como “escruche”.

Pero los policías no quisieron que su trabajo interfiriera con el de los futbolistas, árbitro y cuerpo técnico, de modo que esperaron a que todos se fueran al vestuario para sacar a relucir la orden y las esposas.

Cuentan que el DT le comunicó a su jugador lo que pasaba y lo conminó a hacer el bolso para abandonar el campo de juego “bajo custodia”. De este joven sólo trascendió que es mayor de edad. Del delito que presuntamente cometió, es poco lo que se sabe. Lo concreto es que después de la detención el técnico de Las Mandarinas designó al reemplazo y el segundo tiempo arrancó como estaba previsto. Porque, como ya dijo alguien, la pelota no se mancha.

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