Una película y un caso real
| 22 de Septiembre de 2016 | 01:23

La fiesta Proyecto XXX se inspiró en una película del año 2012 que contaba la historia de un adolescente que queda sólo en su casa y organiza junto a sus amigos una fiesta que escapa a todo control.
La película se llamó Proyecto X, fue dirigida por el británico Nima Nourizadhe y muestra el descontrol del encuentro, donde no faltan el sexo, las drogas y el alcohol.
Pero la película se basa a su vez en un caso real. El de Corey Delaney, un adolescente australiano que, aprovechando la ausencia de sus padres, organiza una fiesta en su casa y convocó a los invitados a través de la red social My Space.
Más de 500 personas concurrieron a la fiesta y los padres de Delaney tuvieron que pagar 13.000 dólares de multa por las molestias y destrozos que provocaron los invitados al festejo en el barrio.
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