Brutal entradera contra una familia en 22 y 65
| 18 de Enero de 2017 | 01:49

Les entraron a robar y la pasaron mal por algunos minutos, pero la policía pudo atrapar a los delincuentes. Sin embargo, “es muy probable que los terminen largando porque no había testigos”, según les habrían dicho las autoridades a las víctimas, que ante esa chance explotaron de bronca.
Sobre 22 entre 65 y 66, cuatro ladrones esperaban arriba de un Gol Trend. Probablemente hayan estado al acecho de los dueños de un chalet, pero cambiaron de planes cuando vieron a Luis que salía a la vereda a guardar su auto, ayer cuando eran las 0.15.
El hombre, con la ayuda de su hijo, entró en el garage: ahí mismo fue sorprendido por uno de los delincuentes, encapuchado y con un arma en la mano.
“¿Cuánta gente hay? ¿Dónde tenés la plata?”. Mientras gritaban esas preguntas, obligaron a Luis y al joven a ingresar bajo amenazas. Dos intrusos más se sumaron a la escena.
De la cochera los condujeron a un dormitorio. Allí tuvieron que quedarse el dueño de la casa con su mujer y sus dos hijos. A todos los hicieron tirarse al suelo. Incluso, el hombre fue atacado a patadas en la cabeza a medida que le seguían preguntando dónde tenía más dinero.
“Todos estaban muy nerviosos y les temblaba el pulso. Era muy probable que a alguno se le pudiera escapar un tiro en la mitad de todo”, aseguró Luis, durante una entrevista con EL DIA. Al cabo de unos cinco minutos, el cuarto delincuente -menor de edad en apariencia- corrió a avisarles a sus cómplices que la policía estaba cerca.
En efecto, “pasó un patrullero por la puerta” y los efectivos se dieron cuenta enseguida de que algo sucedía cuando vieron al Gol con las cuatro puertas abiertas.
El robo quedó entonces abortado antes de tiempo. Los ladrones planeaban llevarse un televisor que dejaron abandonado, aunque igual consiguieron retener el botín que habían juntado: cuatro teléfonos, plata y una mochila que adentro tenía el arma del dueño de casa.
Policías del Comando y de la comisaría Quinta salieron rápido a capturarlos. A dos de ellos los pudieron atrapar a pocos metros de la casa, cuando se iban corriendo a la vuelta.
Agiles, los ladrones alcanzaron a “descartarse”. Dejaron tirado lo robado y las armas con las que un minuto antes habían amenazado a la familia. Las mochilas sustraídas aparecieron en 23 entre 64 y 65 debajo de un auto estacionado en la calle, dijeron fuentes policiales.
En tanto, a otro lo capturaron después de una persecución, que terminó en diagonal 74 y 31, según coincidieron las víctimas y los voceros oficiales. Luis perdió varias horas en las oficinas de reconocimiento médico policial y en la comisaría para hacer la denuncia.
¿Sirvió para algo su esfuerzo y el de los agentes que concretaron el arresto? “Desde la fiscalía nos dijeron que es probable que los larguen porque los atraparon sin un testigo y sin las armas encima. Pero toda mi familia los reconoció. ¿Qué testigos puedo tener dentro de mi casa? Esto es lo que más bronca nos da”, se lamentó. Fuentes policiales dijeron que sólo fue liberado uno de los acusados, “porque es menor”.
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