Más de medio centenar de sustancias; todas tóxicas
| 8 de Enero de 2017 | 02:23

POR ANA GIRARDELLI*
El término “drogas de síntesis” hace referencia a un grupo heterogéneo de sustancias muy dispares en su composición química y/o en los efectos orgánicos que producen con una amplia variabilidad de efectos psicoactivos.
En gran parte se originan en sustancias sintetizadas con fines terapéuticos que fueron desechadas por falta de eficacia o por efectos secundarios de riesgo.
Es común que se trate de fórmulas conocidas con mínimas modificaciones a fin de conseguir cambios en sus efectos o de poder incluirlas sin dificultades legales en el mercado al no encontrarse en las listas de sustancias prohibidas por convenios internacionales.
Existe más de medio centenar de sustancias de este tipo, pertenecientes a diferentes grupos farmacológicos, ninguna exenta de efectos nocivos.
El grupo de uso más propagado es el de las Metanfetaminas. Extasis, Crystal, Eva, Molly, Glass, Equis, Adan, Picapiedras, etc. son solo algunos de los nombres populares que reciben diferentes metanfetaminas cuyos efectos son similares.
Extasis
El compuesto de uso más extendido es la 3,4 – metilenodioximetanfetamina (MDMA) reconocida como “Extasis”.
El efecto buscado por los consumidores es la capacidad de esta droga de inducir un estado emocional caracterizado por empatía, sensación de positiva sensualidad y euforia.
Esta condición se acompaña de alteraciones perceptivas, sequedad bucal, sudoración, palpitaciones, taquicardia, temblor y parestesias (hormigueos).
Los efectos secundarios más comunes son la sed y el aumento del tono muscular de los músculos masticatorios.
El aumento de la dosis no se corresponde con un incremento de los efectos buscados, sin embargo potencia la probabilidad de sufrir complicaciones orgánicas: hipertensión arterial, arritmias cardíacas, hipertermia, deshidratación, espasticidad muscular, alteración de la coagulación, sufrimiento muscular, insuficiencia renal aguda.
Comportan un riesgo especial los pacientes con consumo asociado de otra droga, medicamentos o enfermedad cardiovascular preexistente.
Los efectos residuales pueden persistir hasta una semana. Incluyen: tristeza, ansiedad, ataques de pánico, trastornos del sueño, reducción en el interés y placer sexual, disminución significativa en las habilidades mentales.
consumo cronico
Estudios recientes de abusadores crónicos de metanfetamina revelan severos cambios estructurales y funcionales en las áreas del cerebro asociadas con las emociones y la memoria.
* Titular de la cátedra de Toxicología UNLP
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