Guillermo Aronin

Fue, además de un destacado profesional que en base a sus propios méritos forjó una carrera periodística que le valió el respeto y reconocimiento de sus colegas, un hombre caracterizado por su don de gentes, su trato afable y su fino sentido del humor. Por eso el fallecimiento de Guillermo Aronin provocó sentidas muestras de pesar en distintos ámbitos platenses en donde lo quisieron y valoraron por sus cualidades.

Miembro de una arraigada familia platense, fue hijo de la docente Fita Kraiselburd y el ingeniero civil Lazar Aronin. Tuvo dos hermanos, Edgardo -también periodista- y Susana. Las casas familiares de 47 entre 11 y 12, 10 y 54, y 10 entre 51 y 53 fueron el escenario de su infancia, adolescencia y los primeros años de adultez, etapas durante las que pasó por el Colegio Nacional y recorrió las aulas de la Universidad Nacional.

Periodista innato, al promediar los 60’ ya era una pieza clave de la redacción de los diarios La Gaceta y EL DIA, donde desempeñó distintas funciones. Como los periodistas clásicos, sostenía sus crónicas en una sólida base informativa y en un estilo limpio y ágil, sin que por ello carecieran de espesor crítico y riqueza idiomática. Recordada es su cobertura de una de las páginas más gloriosas del deporte argentino, cuando el 16 de octubre de 1968 Estudiantes de La Plata igualó 1 a 1 con Manchester United, y dio la vuelta olímpica en el Old Trafford. Pincha fanático, cubrió la gesta como enviado especial de este diario y sus crónicas dejaron registro de ese hito.

Su andar por la prensa gráfica fue apenas el comienzo de una larga carrera en la que se desempeñó con similar solvencia en el formato televisivo. De amplia experiencia, a mediados de los 80’ ya era una figura reconocida de la televisión abierta; por su capacidad ejecutiva y su amplio bagaje cultural, llegó a ocupar cargos dirigenciales y coordinó equipos periodísticos. Muchos recuerdan su paso por el popular noticiero “Realidad”, que se transmitía al mediodía por Canal 13 con la conducción de Ramón Andino y del cual Aronin fue uno de los reporteros estrella. Fue muy cercano -entre otros múltiples contactos profesionales- a los periodistas Daniel Mendoza y Mario Gavilan.

Simpático, cordial y empedernido fumador, Aronin tuvo dos hijos -Julián y María Gabriela- y cuatro nietos a los que siempre se entregó por entero.

De espíritu sociable, supo cultivar numerosas amistades gracias a su afabilidad y soltura para contar anécdotas, siempre llenas de ironía y humor, rasgos que lo caracterizaron y por los que sin dudas será recordado por quienes lo conocieron y apreciaron.