No fue el final deseado pero nada podrá empañar una dorada década Granate

Luego de la decepción por la final perdida llegó el momento de la reflexión: aplausos por el torneo y su exitoso presente

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Lanús no pudo consagrarse en la Copa Libertadores de América, culpa de un mal funcionamiento individual y colectivo, y porque enfrente tuvo un rival de tremenda jerarquía. El 2-1 en contra cayó de la peor manera en jugadores, dirigentes e hinchas, que lloraron y lamentaron. Había mucha expectativa puesta en este equipo que anoche, indudablemente, no estuvo a la altura del torneo realizado.

De todos modos, más allá de la bronca y el lamento por la final perdida, poco derecho hay para criticar a Lanús, un club ejemplar que a base de esfuerzo, trabajo, seriedad y muy buenas relaciones sudamericanas, llegó a lo más alto que se puede llegar: la final de la Copa Libertadores.

No pudo ser esta vez. Su primera final no encontró final feliz. Pero el camino es largo y seguramente si sigue por esta senda serán muchas más las alegrías que las decepciones. Fueron 47 los equipos que la jugaron pero sólo dos llegaron a la final. Y Gremio se quedó con el título, el tercero de su historia.

Fue tan ejemplar lo de Lanús que hasta supo aceptar la derrota. Sus hinchas y los propios jugadores la reconocieron incluso antes de que se terminase el partido. Pero a diferencia de otras definiciones no hubo violencia, ni adentro ni afuera. Los derrotados esperaron sus medallas para irse a los vestuarios y llorar como corresponde, con la frente en alto.

UNA DÉCADA DORADA

En el fútbol la historia la escriben los que ganan. Y Lanús, más allá de esta dolorosa derrota que lo dejó con las manos vacías, sumó en el último tiempo varias conquistas.

Su primer gran logro, luego de varios años por el ascenso de nuestro país, fue por el plano internacional. En 1996, y de la mano de Héctor Cúper, se alzó con la Copa Conmebol tras vencer en la final a Independiente Santa Fe. En la ida se impuso 2-0 en La Fortaleza, y levantó el trofeo en Colombia a pesar de perder 1-0.

Once años más tarde se quedó con el Apertura 2007, tras una seguidilla impresionante de triunfos y un desenlace en la Bombonera ante más de 10 mil hinchas.

En el segundo semestre de 2013, Lanús logró su segunda conquista a nivel internacional, al adjudicarse la Copa Sudamericana 2013. En la final, el equipo de Barros Schelotto derrotó a Ponte Preta de Brasil.

El año pasado tuvo su año dorado: tras la asunción de Jorge Almirón como director técnico, se quedó con el Torneo de Transición luego de salir primero en su zona y venciendo en la final a San Lorenzo por 4-0.

Luego del extenso receso por la la Copa América del Centenario, Lanús volvió a disputar un trofeo. El 14 de agosto saltó al Cilindro de Avellaneda para pelear por la Copa del Bicentenario. Se impuso a Racing por 1-0 con gol de B. Montenegro.

El último título también había sido por el plano local y se dio este año, cuando se quedó con la Supercopa Argentina venciendo a River en el estadio Ciudad de La Plata.

GIMNASIA, SIN SUDAMERICANA

El triunfo de Gremio, además, le cortó a Gimnasia su chance de clasificarse a la Copa Sudamericana 2018. Sus posibilidades, con el título de Lanús, aumentaban, porque sólo dependía de que Independiente se consagrase en la actual edición en su final contra Junior o Flamengo. Ahora, en caso de que el Rojo logre el título el equipo argentino que se beneficiará con la plaza extra será Rosario Central, que quedó primero en la “lista de espera”.

GATA FERNÁNDEZ, CAMPEÓN

El jugador de Estudiantes Gastón Fernández se consagró también como campeón de la Copa Libertadores, por haber integrado dicho plantel y por haber jugado dos partidos en la actual edición. De esta manera, es su segunda copa en su rica historia.

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