“No fue peor porque me protegí”, aseguró el agente de tránsito que fue golpeado

Antonio Hidalgo estaba cumpliendo sus funciones en 8 y 50 cuando fue abordado por quienes resistían el desalojo

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Ordenaba el tránsito en medio del operativo contra la venta ambulante, con puesteros que buscaban escapar del procedimiento, y terminó con golpes en la cabeza, la espalda, un hombro y una rodilla.

Según contó Antonio Hidalgo a este medio, tres jóvenes de origen senegalés fueron contra él en el cruce de 8 y 50. El inspector de Control Ciudadano aseguró que fue agredido mientras cubría los desvíos de la circulación vial en esa esquina céntrica, en el momento en que los efectivos municipales desalojaban a los manteros del microcentro.

Hidalgo cree que, por fortuna, los daños que sufrió luego de recibir varias trompadas y el impacto contundente de un caballete de madera que dio contra su espalda, no fueron graves. “Me hicieron estudios en el Hospital Italiano y no tengo más que contusiones”, confió, el agente de 61 años, casado, padre de seis hijos, con dieciséis nietos y un bisnieto, ya tranquilo después de que lo revisara también el cuerpo médico de la Policía con sede en la comisaría Segunda.

“Ellos tienen veintipico de años, no más que eso. Son grandotes, casi atletas. Y yo tengo más de 60. No se le pega a alguien con tanta desventaja”, dijo el agente que denunció la agresión al tiempo que consideró que los africanos que le pegaron se confundieron. “Yo estaba con la casaca amarilla y negra, de tránsito; no tenía nada que ver con el operativo para levantarle los puestos; los que se encargan de esos procedimientos son los de remera azul. Yo estaba tratando de ordenar el tránsito ”, explicó el agente.

“corrí y Me protegí”

Según relató Hidalgo, “yo estaba cortando la calle 50 por la manifestación que venía de los puesteros; ellos me identificaron como agente municipal y me agarraron entre tres, uno con un caballete, que me golpeó la espalda”.

Las consecuencias de la agresión no fueron más serias, reflexionó el inspector, porque, al ver que otros senegaleses se abalanzaban hacia él, después de la agresión de los primeros tres vendedores, él inspector corrió y se resguardó en un comercio de esa esquina. “Por eso no fue peor, porque me protegí”, afirmó.

Una vez que efectivos policiales detectaron la agresión hacia el inspector se acercaron, detuvieron a dos de los manteros que se encontraban en el lugar y se comunicaron con la ambulancia para que el agente sea asistido por personal médico.

Hace tres años que Hidalgo se dedica a dirigir el tránsito en las calles platenses. Empleado municipal de siempre, hasta entonces trabajaba en el Consejo de la Tercera. En lo que lleva de actuaciones en la vía pública “nunca”, remarcó, había sido blanco de situaciones violentas.

 

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