Alejandro Orfila y el Gimnasia que se viene: “Que el hincha se identifique con el equipo”

Alejandro Orfila pide disculpas por la demora. Se sienta en una mesa de la oficina de la secretaría técnica. Saluda y sonríe. Se lo ve feliz y entusiasmado. Ya imagina al Gimnasia que se viene. Hace dos semanas que desembarcó y ya tiene un plan a futuro. A continuación, un extracto de media hora de una charla bien futbolera.

-¿Con qué expectativas?

- Muy contento, me encontré con una institución con todas las herramientas para poder trabajar. Después me encontré con un con un grupo de staff institucional, humano y profesional también muy bueno, nos han abierto las puertas, nos han hecho sentir muy cómodos, pero sobre todas las cosas más allá de lo humano está la capacidad profesional. Y por sobre todas las cosas me encontré con un grupo de futbolistas con muchas ganas de cambiar el rumbo de lo ya sucedido. Y eso es lo que con lo que más me quedo. Creo que hay un muy buen plantel, que tiene muchísimas ganas de hacer cosas diferentes, positivas.

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- Gimnasia viene de una campaña floja y con un golpe muy grande en la Copa Argentina. ¿El descanso los sanó?

-Habla muy bien de ellos de que hayan terminado golpeados. Les importa y lo sienten por eso terminaron anímicamente mal. Eso es muy bueno, porque sino uno no es consciente de las cosas. Lo que me han demostrado en estos días es que han cambiado la cabeza, tienen otra expectativa, otras ganas. No quiere decir que antes no la tenían, intentaron, lo hicieron siempre, pero después de un golpe tenés que ver que si un grupo humano responde, sale de la adversidad o se queda ahí en esa meseta. Yo veo que están saliendo. Somos nosotros los verdaderos protagonistas.

- ¿Encontraste dentro del plantel jugadores que se pueden ir amoldando a lo que vos pretendés del fútbol?

- Yo estoy convencido de que este plantel es muy bueno. Lo dije el primer día, se lo transmití a ellos y a medida que van pasando los días voy ratificando esto. Por ejemplo, Jeremías Merlo es un chico que tiene esa característica de futbolista que nosotros necesitamos, que a mí me gusta, que de mitad de cancha para adelante tengo una determinada velocidad. También sumamos a Zalazar, para tener un plantel amplio y con variabilidad de características. Estoy conforme con lo que tenemos, pero trataremos de buscar más variantes.

- ¿Cuál sería el Gimnasia ideal para Orfila, tu modelo de juego?

- El que todos conocen. La que todos vieron. A mí me gusta que el equipo trate de ser protagonista, que busque todo el tiempo, que nosotros tengamos como visión el arco rival.

-¿Te gusta tener la pelota?

- A mí me gusta atacar. Recuperar y atacar. Me encanta eso. Entiendo que no puede ser todo el tiempo porque a veces necesitas la paciencia de tener un poquito la pelota porque no se puede ir y venir todo el partido. A mí me encanta ser vertical, no directo. ¿A veces hay que hacerlo? No te quepa la menor duda que el fútbol todas las variables del juego sucede. Ahora, eso que sea una excepción.

- ¿Buscas una estructura que te permita el desequilibrio individual?

- Necesitás de todo, del tipo que es inteligente, del que es inconsciente adentro del campo, pues también necesitas un grado de inconsciencia en el fútbol porque el fútbol defensivamente está muy estructurado, lo vemos en todos los equipos, saben cómo replegarse. Nadie te regala terreno, ya el terreno que te regalan la gran mayoría de esos equipos te lo regalan por delante de sus líneas.

- ¿Qué le está faltando?

- A mí me encantaría tener otro wing más. Un estilo así como Zalazar, porque tenemos buenos wines, pero son de parecidas características. Piedrahita y Panaro son más o menos de la misma característica, Briasco -que puede jugar por banda- es más técnico pero no tiene la velocidad que tienen los otros. Ahí con uno más, nosotros vamos a estar bien. Después me gustaría ver si está la posibilidad de un media punta o enganche con otro ritmo, parecido a Merlini. Nosotros tenemos al Pata Castro que tiene una característica, Alan Sosa tiene otra. Merlini es más parecido a lo que creo que necesitaríamos sumar.

- Uno veloz, que pise el área...

- Permanentemente. El Pata es un tipo asociativo que entiende el juego, que es un estratega que te entrega la pelota siempre al pie del compañero, que hace que todo el resto del equipo juegue. Lo que estoy tratando de hacer es incorporarle que llegue al área sin pelota. Me gustaría, en caso que se pueda, tratar de incorporar uno parecido a Merlini, ¿no? para que cuando él por alguna circunstancia no esté -por ejemplo, ahora lo tenemos lesionado- no nos quedemos sin esa variante.

- Aparte hay lesiones y sanciones, se necesita un plantel de 20 y pico jugadores.

- Sin duda. Y después estamos viendo ahí la posibilidad de un volante central que nos dé recorrido, porque nosotros pensamos que con la forma de jugar, con wines bien abiertos y laterales que pasan al ataque, entonces necesitas volantes que hagan buenos recorridos, dinámicos dentro del campo de juego y hoy en ese perfil tenemos solo a Facundo Di Biasi y Garayalde

- ¿Te preocupa que el plantel no esté completo?

- No pasa solo con Gimnasia, pasa en todos lados. En los únicos lugares donde no pasa es en aquellos que le dicen ‘10 millones de dólares’ y las respuesta es ‘acá está’.

- ¿Cómo se puede manejar eso la ansiedad de la gente?

- Es normal. Pasa en todos los clubes, no pasa solo con Gimnasia, pasa en todos los clubes.

-El campeón argentino es Platense. ¿Un impulso para el resto?

- Yo te cuento por lo vivido. El año pasado con Barracas entramos a los playoffs. Clasificaban cuatro. Analizá el plantel y te puedo asegurar que cuando arrancó el plantel te saco tres, cuatro jugadores, el resto nadie sabía ni quién sea. Nadie te garantiza nada. Nosotros vamos por conformar un gran plantel, un buen grupo y un buen equipo.

- ¿Qué no le perdonás al jugador?

- La entrega. Nunca, jamás. No se la perdono ni en el día a día. No le perdono que un día no me entregue todo, pero todo, absolutamente todo. No se lo perdono. Para mí eso es inviable, porque yo siento el fútbol así. Yo doy la vida todos los días. Entonces, hago lo que pregono. Ni más ni menos. Pueden jugar bien, les puede salir bien, les puede salir más o menos, pero vos entrégate todo. Todos los días.

- ¿Te gusta tener contacto con tus jugadores? ¿Te gusta estar cerca?

- Sí. Extremadamente cerca. Sé la vida de todos, me vinculo muchísimo. Con un agregado, aprendí a convivir con el dolor. ¿Por qué? Porque yo me vinculo mucho con el futbolista pero después tengo que tomar decisiones.

- No sos amigo...

- No. Los aprendo a querer, pero aprendo a convivir con el dolor porque ante cada toma de decisión sé el dolor que le estoy generando. Y después está la otra parte, que tiene que entender que esto es fútbol y que el entrenador tiene que tomar decisiones, que va más allá de esa relación humana. ¿Sabés cómo trabajo yo? Con mi equipo los trabajo a todos por igual, les doy a todos la misma herramienta, los contengo a todos de la misma manera. Si bien la condición es para todos la misma, no son todos iguales. Y trato de darle todo mi mayor esfuerzo permanentemente todos los días. Entonces, yo te doy las mismas herramientas, te doy contención humana con mi equipo de trabajo, te entrego todo para que vos puedas ser cada vez mejor. Lo único que falta es que se límite a si te pongo o no. Yo entro al vestuario como si nada. No acá, en todos los clubes ¿Sabes por qué? Pues lo único que puedo escuchar cuando entro es ‘este pelado, hijo de p...no me pone’. No me afecta en nada. Te pongo, no te pongo. Listo. Ahora, después te trabajamos, te doy la misma importancia juegues o no, te doy todo el contenido necesario. Entonces, con eso convivo. Si después lo único que te queda es que ‘me pone o no me pone’ es parte del fútbol. Es el fútbol mismo. Después si el otro toma partido contrario a lo que gestiono, ya no es un problema mío, es un problema del otro. Porque vos podés recriminar a un entrenador si no te genera trato humano, si no te da calidad de entrenamiento, si no te da profesionalismo, si no te entrega todo para tratar de que seas mejor, entonces ahí vos podés tener la excusa del entrenador. Ahora, cuando el entrenador o el equipo de trabajo te brinda todo esto, y te quedas con que no jugás... es el fútbol mío.

- ¿Cómo fue trabajar con Chiqui Tapia?

- Extraordinario. Fue el que me dio la oportunidad. Sabe mucho. Entiende. En este caso me dio todas las herramientas para poder trabajar y libertad absoluta. Fue una experiencia tremenda. Nadie me regaló nada. Así que estoy acá por méritos propios.

- Como jugador, ¿eras rústico o lírico? Empezaste de 10...

- Era algo rústico. Para mí ya soy mejor entrenador que lo que fui como futbolista. Me iba del límite. Lo tengo claro y lo reconozco.

- ¿Pero los equipos no necesitan esos jugadores también?

- No puede haber todos Orfila ni puede haber todos Messi.

- ¿Pero te gusta en tus equipos tener un Orfila?

-Sí, me encanta. No como el Orfila jugador (risas). Ese no, porque yo hacía cosas que no corresponden. No te podés ir expulsado por una patada en el pecho a tu rival a los 5 minutos del partido. Imposible. Pero si quiero y le transmito a mi equipo que jueguen con la misma pasión.

- ¿Cuál es tu objetivo

- Que el hincha se siente identificado con el equipo. Quiero un equipo con convicción.

“Chiqui Tapia me dio libertad absoluta para trabajar. Sabe mucho de fútbol. Fue una gran experiencia”