Gran avance para la predicción de infartos de la mano de un joven cardiólogo platense

Por primera vez estudió el impacto en la población del Cono Sur de los métodos más utilizados para tratar patologías cardiovasculares

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La predicción de infartos y otras patologías cardiovasculares acaba de dar un gran paso al frente de la mano del médico platense Pablo Gulayin y un importante equipo de trabajo.

Hasta ahora, los métodos más utilizados en el Cono Sur para predecir riesgos cardiovasculares estaban vastamente estudiados en las poblaciones de los países de origen -Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Alemania, entre otros-.

Pero Pablo Gulayin, en el marco de un proyecto del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) para el que trabaja, financiado por el Centro Fogerty Internacional del Instituto de Salud de los EEUU, comprobó, por primera vez, cómo funcionan esos métodos en la población de Argentina, Chile y Uruguay. ¿El resultado? A nivel personal, un premio de la Sociedad Argentina de Cardiología. Y a nivel sanitario, un avance enorme que abre las puertas al desarrollo de un método propio.

En su casa paterna, donde estudió medicina graduándose con honores en el 2008, Pablo comentó que producto de su proyecto como “Fellow (becario) de Fogarty en el programa de Salud Global del Instituto de Salud de los Estados Unidos, presenté en el último congreso de Cardiología (que se realizó en nuestro país) los primeros resultados del estudio sobre predicción del riesgo en el Cono Sur de Latinoamérica”.

Trabajó sobre 7.500 personas de cuatro ciudades de Argentina, Chile y Uruguay que venían siendo objeto de estudio por parte del IECS (entidad académica afiliada a la UBA) desde hace 5 años. En otras palabras: comprobó cómo responden los métodos que se utilizan en el plano cardiovascular en miles de ciudadanos del Cono Sur, que, por cierto, poco tienen que ver con los pobladores de las naciones desarrolladas en las que se crearon dichos métodos.

“El estudio abrió la puerta para avanzar en la creación de un método propio”

Gulayin continuó explicando: “En la actualidad, todas las guías con recomendaciones para la prevención de la enfermedad cardiovascular ponen el acento en la adecuada predicción del riesgo cardiovascular individual y poblacional para la toma de decisiones. La estimación del riesgo cardiovascular, o posibilidad de que un individuo sufra un evento cardiovascular adverso para su salud en el futuro, nos permite identificar personas que se van a beneficiar con un tratamiento más intensivo. Ejemplo claro de esto último es el uso de estatinas en aquellos individuos con riesgo cardiovascular elevado”.

“La herramienta que el equipo de salud utiliza para la estimación del riesgo cardiovascular -puntualizó-, es una ecuación que, a través de la incorporación de los factores de riesgo de los individuos, tales como el tabaquismo, la edad, los valores de presión, el colesterol, entre otros, nos arroje una probabilidad de sufrir, por ejemplo, un infarto o un ACV en el futuro”.

HACIA EL METODO PROPIO

Luego subrayó que “el problema se presenta en que tenemos a disposición gran cantidad de ecuaciones, todas ellas desarrolladas en poblaciones con características demográficas o epidemiológicas distintas a las de los países del Cono Sur de Latinoamérica”.

Así las cosas, “la existencia del estudio de cohorte CESCAS que lidera el IECS, provee una oportunidad única para evaluar el comportamiento de dichas ecuaciones en nuestra región y, por otro lado, avanzar en la construcción de una ecuación propia para nuestra población. La base de datos con base poblacional de 7.500 personas pertenecientes a cuatro ciudades de Argentina, Chile y Uruguay permitió evaluar por primera vez el comportamiento de cuatro ecuaciones actuales de predicción de riesgo recomendadas por las guías internacionales”, apuntó el experto.

El estudio lo presentó y defendió en el último Congreso Argentino de Cardiología que se llevó a cabo del 19 al 21 de octubre en el predio de la Rural. Quedó seleccionado entre cuatro estudios finalistas. Pero luego de su presentación y defensa, se anunció que resultó ganador del Premio Fundación Dr. Pedro Cossio al mejor trabajo de cardiología clínica. La entrega formal del premio se realizará el martes que viene en la Academia Nacional de Medicina.

El equipo de investigadores de este estudio incluye a los doctores Goodarz Danaei de la Universidad de Harvard, Jaqueline Ponzo de la Universidad de la República de Uruguay, Fernando Lanas de la Universidad de la Frontera de Chile, Adolfo Rubinstein (actual ministro de Salud de la Nación), Rosana Poggio, Laura Gutiérrez y Vilma Irazola, del IECS.

“Los próximos pasos a seguir en esta línea de trabajo es el inicio de una ecuación de riesgo cardiovascular propia, utilizando los datos de la cohorte y la evaluación del rol de biomarcadores de inflamación o aterogénicos en la predicción de riesgo cardiovascular en nuestra región”, remató.

 

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