Apuñalaron a un joven en medio del apagón en el barrio El Retiro

Cuando empezaba el miércoles, a la medianoche, el barrio El Retiro continuaba a oscuras, sumido en el apagón. La “boca de lobo” conspiró para que un delincuente encapuchado se animara a robarle a un chico que se encontró en la calle, al que terminó apuñalando con un arma blanca que ni siquiera se conoce cuál fue.

Una familia de 41 entre 157 y 158 había salido un rato antes y en el domicilio quedó solamente un joven de 19 años que, cuando eran alrededor de las 0, salió a la calle a cerrar el portón de un garaje.

“Casi había terminado cuando pasó un flaco, tapado con una capucha, que me pidió la hora. Saqué el celular para decirle y ahí vi que se me vino encima como para arrebatármelo”, contó el damnificado, que pidió reserva de su identidad por temor.

Así se generó un entredicho en el que el delincuente insistía para que le dieran el teléfono y el joven se negaba. Todo se tornó más dramático cuando el ladrón sacó un arma blanca -la víctima presume que sería un cuchillo, pero no alcanzó a verlo en la penumbra- y empezó a agitarla en el aire.

Del espamento a la acción, el asaltante se le abalanzó otra vez e intentó asestarle una cuchillada en el abdomen. “Alcancé a correrme para atrás y me cortó en el muslo de la pierna izquierda”, relató el adolescente, señalándose el vendaje que todavía tiene y le impide llevar su rutina cotidiana.

Sin caer herido al piso, la víctima repelió al delincuente con un par de puñetazos. Sus perros se asomaron a la calle. El volvió a la casa y tomó un palo para ahuyentar al sujeto.

Al final, el ladrón se escapó corriendo en dirección a calle 157, rumbo a una zona de campos, donde se perdió de vista.

La preocupación del joven fue que lo hubieran herido en el abdomen. Tuvo que alumbrarse con una linterna para comprobar que el tajo, de unos 10 centímetros de largo y más de dos de profundidad, se le abría en el muslo.

Mientras le pedía auxilio a su familia, se hizo un torniquete para frenar la hemorragia y esperó a los servicios de emergencias. Primero la Policía y luego un equipo médico en ambulancia se acercaron a socorrerlo.

Por motivos que ni siquiera el chico entendió, lo trasladaron hasta el hospital Gutiérrez, distante a diez kilómetros. Allí lo cosieron y le dieron el alta.

MODALIDAD REPETIDA

La manera en la que asaltaron al joven es una de las más recurrentes en el barrio El Retiro. La víctima dio dos ejemplos que tuvo a mano, de amigos suyos, ocurridos en los últimos días.

En 43 y 159, a un joven lo cercaron para sacarle el celular hace una semana. Los delincuentes hicieron que se sentara y que esperara así a que se fueran. “Te levantás y te pegamos un tiro”, le lanzaron.

A ese caso se le sumó otro, padecido por una chica y a la vuelta de donde intentaron robar ayer. Desde que arrancó el mes, “hubo cinco o seis arrebatos, con pistola o con cuchillo”, afirmó el joven asaltado en calle 41.

Su caso fue uno más entre la ola de inseguridad que se propició por la falta de luz, un problema que todavía sufren en ese barrio, entre varios más de la Región.