Se recalienta la campaña electoral holandesa
Edición Impresa | 14 de Marzo de 2017 | 01:57

AMSTERDAM.- La tensión del último tramo de la campaña electoral en Holanda se volvió ayer palpable y quedó teñida por la fuerte crisis desatada entre el gobierno nacional y las autoridades turcas, lo que alimentó aún más el discurso xenófobo y anti inmigratorio del principal rival del oficialismo en los comicios de mañana miércoles, el euroescéptico Geert Wilders.
La crisis bilateral -que está al borde de convertirse en una crisis regional que incluye a gran parte de la Unión Europea- no tardó en entrar en el tramo final de la campaña, dominada por el crecimiento de la extrema derecha y por varias medidas gubernamentales anti inmigrantes. La tensión con Ankara incluso llegó a dominar una parte importante del primero y único debate televisivo que se celebró ayer.
Wilders, el principal líder de la oposición, según los sondeos, y un dirigente que creció al calor del sentimiento islamófobo y antiinmigratorio de una Europa que se niega a recibir a miles de refugiados nuevos de Medio Oriente y África, exigió durante el debate que el premier Mark Rutte expulse “inmediatamente” al embajador turco y a todo el personal de su embajada. El dirigente xenófobo que sigue de cerca al premier en las encuestas con una intención de voto del 14,6%, a menos de dos puntos porcentuales del oficialismo, también llamó a “cerrar las fronteras” del país, al menos mientras no exista en Holanda una “Policía del Corán”, como bautizó a una de sus principales promesas de campaña. Wilders quiere crear una fuerza de seguridad para vigilar a los residentes musulmanes.
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