Justificados reclamos por las deficiencias que exhibe la franja costera de Punta Lara

Edición Impresa

El reclamo de pescadores deportivos que acuden a practicar la pesca de costa a Punta Lara, que protestan por la basura acumulada en cercanías del murallón, sin que desde la Comuna ensenadense se cumpla con las necesarias tareas de remoción de esos residuos y de limpieza integral del lugar, vuelve a poner sobre el tapete la situación de deterioro que desde hace muchos años presentan las playas de la Región, que conforman un recurso turístico privilegiado, cuyos enormes recursos potenciales, sin embargo, se desaprovechan inexplicablemente.

Tal como se informó en este diario, no pocos de los centenares de pescadores que acuden al lugar protestaron no sólo por la falta de cestos para arrojar residuos, sino también por la inconducta de visitantes que arrojan desaprensivamente cualquier clase de residuos en las playas o en los espacios verdes y veredas de las avenidas costeras. A esos reclamos, otros pescadores sumaron su fastidio por la falta de funcionamiento de algunas luminarias.

Se habla por cierto de un balneario que, entre otras opciones muy cercanas, cuenta con las que ofrecen La Balandra , Palo Blanco o la Isla Paulino, constitutivos de un delta que año tras año atrae grandes contingentes de turistas y que, para quienes practican el velerismo, dispone de mayor profundidad que los puertos de Buenos Aires, Olivos, San Isidro o Tigre, cada vez más condicionados por la falta de calado. Ello, a pesar de las deficiencias estructurales que muestra el balneario de nuestra región, empezando por los accesos deficientes e inapropiados, como lo son la diagonal 74 y el tramo que une a Villa Elisa con Boca Cerrada.

Se ha mencionado en muchas ocasiones lo imprescindible que resulta la profundización de acciones –concertadas entre las comunas de Ensenada y Berisso con la Provincia- para aprovechar y mejorar las evidentes posibilidades de atracción que muestra la ribera, en un beneficio que no se circunscribirá a quienes puedan estar a cargo de algunas explotaciones sino que podrá irradiarse a muchas de las actividades regionales.

También se ha expresado que las playas y el delta de la Región deberían formar parte esencial -desde luego que, sobre todo, en la temporada veraniega- de un circuito turístico de excepción que podrían ofrecer los tres municipios de nuestra zona. Sin embargo, esa aspiración sigue chocando contra la indiferencia de muchas administraciones que se han mantenido como ajenas a estas evidencias.

Mientras tanto, temas que parecen más ligados a simples cuestiones de administración –como, por ejemplo, una mayor accesibilidad a las playas desde la avenida costera; renovar las alternativas de los campings; lograr que algunas plantas industriales ubicadas aguas arriba dejen de volcar efluentes contaminantes en el Río de la Plata para devolverle al agua su perdida pureza y, como se ha dicho aquí, velar en forma continuada por una mayor limpieza del balneario- permanecen desatendidas.

Se ha dicho en muchas ocasiones lo imprescindible que resulta la profundización de acciones concertadas entre las comunas de Ensenada y Berisso con la Provincia, para aprovechar y mejorar las evidentes posibilidades de atracción que muestra la ribera, en un beneficio que no se circunscribirá a quienes puedan estar a cargo de algunas explotaciones sino que podrá irradiarse a muchas de las actividades regionales.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE