¿Cómo tenemos que criar a nuestros hijos?
Edición Impresa | 20 de Junio de 2017 | 02:09

En un mundo abarrotado de películas de superhéroes anabolizados, la llegada de Viggo Mortensen y su Capitán Fantástico pasó casi desapercibida. Es que el actor de pasado en Argentina no tiene, en la cinta dirigida por Matt Ross, poderes ni viste mallas: Mortensen es otra clase de superhéroe en “Captain Fantastic”, un padre idealista y rebelde que construye para sus seis hijos un paraíso apartado de la civilización, donde él mismo les proporciona una rigurosa educación intelectual, artística y física.
La película surge de las propias preguntas del director, ganador en Cannes, sobre cómo ser un padre perfecto, y es a la vez una reflexión sobre la actual “cultura de la distracción”, con el enganche a los móviles y ordenadores.
Mortensen brilla en el papel de padre disciplinado y virtuoso, aunque también “arrogante y un poco loco”, con quien admite tener algunos planteamientos en común.
“Yo nunca he hablado con ese tono a mi hijo, pero estoy de acuerdo en que hay que ser honestos con ellos. Es bueno hablar con los niños abiertamente, no debería haber tabúes de sexo, muerte o enfermedades”, opinó el hincha de San Lorenzo.
En el bosque donde viven, los niños aprenden a cazar animales para comer o escalar las montañas más escarpadas, al tiempo que leen a Chomsky y a Nabokov, hablan siete idiomas o tocan la guitarra y cantan al atardecer. Las cosas se complican cuando un suceso imprevisto les obliga a volver al mundo civilizado.
“Por un lado puedes pensar que qué bien esta familia, qué rigor y qué nivel”, dice Mortensen. “El problema es que el padre en su empeño por protegerlos y darles la mejor educación no se da cuenta de que si no tienen contacto con otros niños de su edad van a ser torpes”.
El protagonista de “Una historia de violencia” o “El señor de los anillos” confiesa que cuando el guión llegó a sus manos pensó que se trataba de una película de “cómic y aventuras”, debido al título. “Me sorprendió muy gratamente lo bien descritos que estaban los personajes, y sobre todo las niñas”, afirma, aunque “el problema que yo veía era encontrar a seis jóvenes actores que pudieran hablar así, con referencias literarias y científicas, y hacer cosas físicamente difíciles de manera creíble”, añade, “pero por suerte lo consiguieron”.
Ross, en tanto, asegura que “Captain Fantastic” apela a la necesidad de reconciliarnos con la naturaleza. “La tecnología nos ha proporcionado avances extraordinarios, pero por otro lado hemos perdido la conexión con el mundo natural. Siempre pienso en la comida, y creo que la gente comería menos carne si tuviera que matar animales”, afirma, sin querer caer en una visión romántica porque “la vida era muy brutal hace 500 años”. Según Ross la película invita a reflexionar sobre cómo encontrar el equilibrio y la moderación en la educación de los niños.
Viernes, domingo y miércoles a las 18 en el Pasaje Dardo Rocha, 50 entre 6 y 7
Gilda va al barrio
Una de las películas más exitosas del cine nacional reciente, “Gilda: no me arrepiento de este amor”, con Natalia Oreiro en el rol de la ídola, se mostrará con entrada gratuita el domingo a las 15, en la Plaza República del Paraguay, 605 entre ruta 11 y 127, del Barrio Villa Alba, en el marco del Ciclo Select Móvil.
Será la primera excursión como parte de la iniciativa de llevar el cine nacional a los barrios, con la cinta dirigida por Lorena Muñoz, que retrata la vida de la cantante de cumbia Miriam Alejandra Bianchi, quien en cinco años, antes de su muerte en un accidente en el bus que la llevaba de gira, logró convertirse en figura idolatrada por cientos de miles de fans y para muchos de ellos, una santa.
Muñoz estuvo dispuesta a desafiar un lugar común de las biopics (filmes biográficos): apoyarse principalmente en el parecido de los actores elegidos y en la indudable fuerza de la obra legada, incluso poniendo en riesgo el lenguaje del cine, es decir solo seguir un trazado cronológico regido por eso que todos, alguna vez, habían leído o visto a través de los medios periodísticos en su tiempo.
La cineasta, recordada por haber sido parte de “Yo no se que habrán hecho tus ojos” y tiempo después “Los próximos pasados” hace ya una década, fue quien tuvo la responsabilidad de elegir qué piezas de esa gran historia, la que acompaña a los artistas que perpetuaron sus temas musicales de generación en generación más allá de su ausencia física, y que se fueron prematuramente, podían ser las que sintetizaran una idea, la esencia de la cosa.
Y en “Gilda...”, está la esencia de ese cuento que nunca conoceremos en forma fidedigna porque al reconstruirlo, y a diferencia de lo que puede lograr un documental, en este tipo de historias lo fundamental es que eso que es invisible a los ojos, que en este caso se desprende de muchas de esas canciones que ya son parte del imaginario popular y acompañan tanto momentos de alegría como de tristeza.
Domingo a las 15 en la Plaza República del Paraguay, 605 entre Ruta 11 y 127
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