Eduardo Berti: historias de hoteles

Edición Impresa

El escritor y periodista argentino Eduardo Berti presenta una antología de cuentos en los que los hoteles de las grandes ciudades, pero también de pueblos alejados, son escenario de ficciones de autores como Chéjov, Scott Fitzgerald, James, Saer, Cortazar, Piglia y permiten pensar al hotel “con ojos de viajero, pero también con los ojos de quien trabaja ahí o de quien acude en forma excepcional”.

A medida que avanza la lectura de los cuentos de “Vidas de hotel”, editado por Adriana Hidalgo, Berti señala que estos espacios aparecen “como símbolo de aventura, de felices vacaciones, de lujo, de diversión, pero también como lugar para engaños, fugas, suicidios, confabulaciones”.

En la introducción del libro Berti (Buenos Aires, 1964) señala que “no hay dos visiones iguales de lo que encarna un hotel porque no hay dos formas iguales de viajar”, y propone pensar a la habitación de hotel “como símbolo de refugio o de encierro, como lugar secreto para lo prohibido, como morada para lo excéntrico o para lo siniestro, como hogar fuera del hogar”.

Autor de novelas como “Agua”, “La mujer de Wakefield”, “Todos los Funes” y libros de cuentos como “Los pájaros”, esta no es la primera antología de Berti, que antes compiló “Galaxia Borges” con Edgardo Cozarinsky, “Galaxia Flaubert” y “Fantasmas”.

Sobre su último trabajo, Berti precisa: “Me gusta mucho hacer antologías, sobre todo si el eje que organiza los textos significa un recorte que permite pensar un poco cierta temática dentro del gran universo de la ficción. Así como los libros suelen convertirse en compañeros, familias o hasta mundos provisorios, los hoteles encarnan hogares sustitutos. Mientras empezaba a compilar el libro me puse a pensar, además, que una antología tiene algo de hotel: que en una antología conviven diferentes particularidades (de época, idioma, cultura u óptica) en extraña armonía, no tan distinta a la de los anaqueles de las bibliotecas o librerías, pero en forma más concentrada”.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE