Video: Familias fueron rehenes en sus propias casas

Un matrimonio fue sorprendido cuando dormía en Ensenada. Otro caso ocurrió en Villa Castells

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Entre la andanada de episodios delictivos que se dieron entre la noche del martes y la primera parte de ayer, los robos en casas de familia fueron la amplia mayoría. Uno de los más salvajes lo padeció un matrimonio de jubilados de Ensenada.

Ese caso ocurrió en los primeros minutos del miércoles en Liniers y Bossinga. Las víctimas estaban durmiendo en su cuarto. De repente, aparecieron dos intrusos “encapuchados y vestidos de negro”, según descripciones de voceros policiales.

No trascendió de qué forma entraron los ladrones, aunque sí se supo que se comportaron muy violentos. Para dar cuenta de eso, las fuentes indicaron que, tanto al hombre de 73 años como a la mujer de 66, los ataron de los pies a un borde de la cama donde antes descansaban.

El asalto fue siempre con amenazas a punta de pistola. A los jubilados les empezaron a exigir plata insistentemente. Para encontrarla, revisaron distintas partes de la casa hasta que se la apropiaron. Según voceros oficiales, les sacaron 900 pesos y 2200 dólares.

Los ladrones completaron la maniobra robando todo lo que tenían a mano. Eso incluyó una cámara de fotos, una filmadora, joyas, dos televisores, ropa y un auto Ford Fiesta.

La policía investiga el episodio, sin haber logrado por el momento capturar a ningún sospechoso.

Otro caso de inseguridad se vivió en barrio Hipódromo. Voceros del caso dijeron que ocurrió cerca del mediodía en una casa de 116 entre 42 y 43. Según trascendió, un hombre consiguió entrar al lugar sin necesidad de forzar ningún acceso. Aunque no se aclaró si maltrató a la mujer que vive ahí, las fuentes indicaron que logró robarle dinero y un celular. La secuencia fue denunciada ante la policía, previo a un llamado al 911 cuando se descubrió lo que pasó.

villa castells

Villa Castells, en Gonnet, fue otro barrio donde se sintió la inseguridad. El martes pasadas las 20, una pareja amiga de una familia estaba entrando a cenar en una casa de 7 y 502 C.

“Cuando estaban llegando, un pibe y una chica en una moto los marcaron. A los dos minutos aparecieron cuatro ladrones en un auto”, contó Adrián, el dueño de la vivienda.

Uno de los delincuentes le pegó un culatazo en la cabeza al muchacho que llegaba de visita. En el interior de la casa, a la familia la hicieron tirarse al piso. “A mi esposa le pusieron el arma en la cabeza”, agregó Adrián.

Desde la vereda de enfrente, unos vecinos detectaron lo que estaba pasando y avisaron al 911. Por eso fue que el episodio “duró tres o cuatro minutos, porque si tenían más tiempo se robaban todo”, aseguró el hombre.

Al final, la banda escapó con plata, documentos, algunas joyas, celulares y una notebook. Los tres, más un cuarto que esperaba afuera, se escaparon con un Volkswagen Voyage con una patente que corresponde a un auto mucho más antiguo.

Adrián sostuvo que en 7 y 499 hubo un intento de entradera reciente. “Cuando te entran en tu casa no tenés escapatoria”, dijo.

 

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