Ladrones despiadados golpean a una mujer de 88 años en 2 y 519

Despiadados. Esa palabra permite describir a los dos delincuentes que ayer muy temprano ingresaron a una vivienda de la localidad de Ringuelet, donde golpearon a una mujer de 88 años para sacarle un equipo de música y unas pocas monedas, según informaron a este diario fuentes policiales.

El hecho ocurrió en una casa situada sobre en la zona de 2 y 520.

Se trata de una típica casa de barrio, con un enrejado en el frente, pero no demasiado elevado.

Las ventanas y las puertas no tienen ninguna protección adicional y, en principio, la propiedad no contaría con ningún sistema de alarma. Sí con un perro, aunque en la parte de atrás.

Lo que no trascendió, es cómo hicieron los ladrones para acceder al domicilio, donde, cerca de las cinco de la madrugada, descansaba la víctima.

En esas circunstancias, por razones que todavía se desconocen, los ladrones maltrataron a la jubilada, a quien le provocaron una herida cortante en la cabeza y le dejaron un ojo inflamado.

En ese estado, además de encerrada, la encontraron unos familiares, que llamaron a la Policía.

Precisamente, personal del Comando de Patrulla local fue el que, previo saltar la reja del frente, logró rescatarla.

El protocolo siguió con el pedido de una ambulancia, que terminó llevando a la abuela hasta el hospital Rossi, donde le brindaron las curaciones de rigor y le dieron el alta médica.

En principio, los allegados a la mujer no querían que volviera a ese domicilio, en el que ayer por la tarde un cerrajero realizó trabajos para modificar la combinación de las llaves.

EL DIA estuvo en esa vivienda y mantuvo una breve charla con una persona de la casa, que prefirió no formular declaraciones sobre lo sucedido.

Los que hablaron fueron los vecinos, quienes contaron haber escuchado las sirenas de la Policía y que, al asomarse hacia la calle, vieron el despliegue en torno a la vivienda de la anciana.

Por el hecho, en la comisaría de Tolosa, se iniciaron actuaciones caratuladas como “robo y lesiones”, con conocimiento de la fiscalía penal en turno de La Plata, a cargo de Betina Lacki.

En esa zona de la Ciudad muchos se preguntaron el por qué de tanta saña, si la mujer no podía ofrecer resistencia alguna. Pero no hubo respuestas.

Otro interrogante pasa por el perro de la familia, que no habría actuado, al menos, para advertir de la presencia de extraños intentando vulnerar la seguridad del inmueble.

UN TRISTE RECUERDO

En junio de 2015, a pocos metros de la casa de de la víctima, dos jubilados fueron golpeados y degollados.

Se trata de María Ester Paz (71) y Aldo Teodoro Zárate (76).

La hipótesis del robo como móvil fue la más fuerte desde un principio, incluso cuando las sospechas comenzaron a apuntar al círculo íntimo de las víctimas. Es que no había aberturas forzadas, la alarma no se disparó y los jubilados no llegaron a oponer resistencia, lo que permite suponer que los mataron para silenciarlos.