Crece el temor en Correas: ahora hay tres vecinos intoxicados

Tuvieron contacto con uno de los animales envenenados

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La última matanza de perros en Ignacio Correas (murieron doce animales, víctimas de la ingestión de carne envenenada, la semana pasada) terminó enfermando a tres vecinos de la localidad. Son personas vinculadas a una de las mascotas fallecidas que, por haber estado en contacto con el ejemplar cuando ya estaba infectado, manifestaron síntomas de la intoxicación.

En tanto, hay una fuerte movida en la zona para que la Justicia avance en la investigación de la causa y la Municipalidad de La Plata ayude, con distintas medidas, a evitar nuevos casos. Ya interviene la Defensoría del Pueblo.

Es enorme la preocupación en el pequeño pueblo de Correa. Según sostiene la gente de la zona, una o más personas se dedican, sistemáticamente, por temporadas, y desde hace alrededor de un año, a tirar en la calle principal de la localidad (con una extensión de no más de seis cuadras) alimentos impregnados de veneno. Aparentemente, el “anzuelo” estaría destinado a los perros, pero además de haber matado, por intoxicación, a más de 200 mascotas, habrían muerto por la misma causa algunos caballos.

Valeria, el jueves de la semana pasada encontró muerto a Indio, su perro, en el patio de su casa. Terminaba apenas de atravesar la conmoción que le provocó el episodio y el sábado último, en el domicilio de su abuela, a unas pocas cuadras del suyo, vio entrar en la vivienda a la cachorra Pape agonizando. “Se cayó, empezó a convulsionar y en tres minutos se murió”, contó la joven. Al rato, junto a su novio Marcos y su hermana Paula, con quienes estaba, después de haber intentado salvar al animal provocándole vómitos y así tratar de eliminar el veneno, comenzó a sentir que se le hinchaba la cara. “Fui a la guardia de la salita de Bavio; el médico me dio corticoides y una inyección. Aspiré lo que mató a la perra y me intoxiqué. El domingo tuve fiebre, pero ahora por suerte está el cuadro controlado”, precisó Valeria ayer, después de concurrir al Cuerpo Médico de la Policía para que se constate que sufrió ella también las consecuencias del envenenamiento. “Me derivaron a Toxicología del Hospital de Niños, me sacaron sangre y tengo que volver mañana -por hoy- para que me digan qué fue lo que me envenenó”, añadió la vecina de Correas.

También su novio y su hermana mostraron signos de haber sido afectados por la sustancia que mató a Pape. “A los dos se les hincharon los labios y recién hoy a la mañana les bajó la inflamación”, indicó Valeria.

Natalia perdió el 14 de agosto pasado a Toby, su perro, que era el padre de otro animal que tenía y que también habían envenenado con carne picada hace más de un año. Con esta nueva ola de matanzas en la zona la mujer ya está desesperada. “No queremos que estos asesinos sigan matando perros, pero además tenemos mucho miedo por lo que nos pueda pasar a nosotros, a la gente. Este fin de semana se intoxicaron por aspirar el veneno puesto para los perros tres personas. Acá viven muchos chicos. Yo a mis hijos no los dejo salir ni cinco minutos a la calle”, planteó la vecina de Correas que ayer solicitó una audiencia con el intendente Julio Garro. “Queremos que juntamente con lo que investigue la Justicia el Municipio ponga cámaras en la calle y las ilumine, porque a la noche es una oscuridad terrible”, comentó.

Interviene la Defensoría

Tras conocerse el último envenenamiento masivo, intervino la dirección de Promoción de los Derechos del Animal de la Defensoría del Pueblo. La semana pasada, el titular de ese área de la repartición provincial, Marcelo Rasciatti, visitó Correas y habló con los vecinos. “Ya estábamos pensando en pedir en la Justicia que recaratulen la causa como delito porque está en riesgo la salud pública y ahora vemos que hay personas afectadas. La situación es todavía más grave”, dijo el funcionario.

En la causa actúa la Fiscalía 7.

 

200
Es la cantidad de perros que según estiman los vecinos de Ignacio Correas fueron muertos desde hace un poco más de un año por oleadas de envenenamientos.

 

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