Ensayo sobre la presión

La rivalidad que definió el futuro del tenis y brindó uno de los partidos más recordados de la historia del deporte llega a los cines para mostrar el costado que no se ve del tenis profesional, las exigencias detrás del glamour

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Fuego y hielo: antes de que George R.R. Martin designara de esa manera a su saga fantástica, así llamaban los comentaristas deportivos a John McEnroe y Björn Borg, dueños de personalidades aparentemente opuestas y protagonistas de una rivalidad que cambió el tenis, y el deporte, para siempre.

Ese duelo entre la implacable máquina sueca y el talento y el calor del “tenis jugado a los gritos” del norteamericano llegó a su punto álgido un verano de 1980, en Wimbledon, cuando ambos transitaron el cuadro y sus crisis internas para, inevitablemente, enfrentarse en una final que definiría quién sería el número uno del mundo: ese es el escenario de “Borg/McEnroe”, la cinta de Janus Metz Pedersen que llega a los cines el jueves.

Borg (interpretado por Sverrir Gudnason) y McEnroe (Shia LaBeouf) fueron tan perfectos en su rivalidad que se enfrentaron 14 veces de manera oficial y 22 contando enfrentamientos fuera de circuito: el historial entre ambos muestra que cada uno ganó 7 encuentros en torneos ATP y 11 en total, absoluta paridad. Y cuando el fuego conquistó al hielo, el hielo tuvo que dejar de existir: en la temporada 1981 (no retratada en el filme) el joven y ascendente McEnroe rompería al fin la barrera de hielo de Borg y le ganaría en tres finales de Grand Slam.

“Para Borg ser número dos es lo mismo que ser número 100: cuando deje de ganar, se terminó”, vaticina el entrenador del sueco (Stellan Skarsgard) en el filme: conquistado por su rival y agotado de un deporte, uno de los mejores tenistas de la historia dejaría la actividad profesional a los 26 años.

GIRO MENTAL

Hacia ese agotamiento apunta el guión de Ronnie Sandahl, que propone un giro a la narrativa de dos opuestos que colisionan: esa etiqueta aprovechada por el marketing (y que de alguna manera sentaría las bases para la otra rivalidad que cambió la forma del tenis: la de Federer, el caballero suizo, contra Nadal, el rebelde latino) escondía, hipotetiza el filme, a dos talentos tenísticamente disímiles (el jugador de fondo contra el tenista de saque y volea) pero mentalmente similares, lidiando con las gigantescas presiones y expectativas de millones.

“Bjorn y John eran dos iconos legendarios y su famosa rivalidad en 1980 es algo que hizo que se parase el tiempo. Pero como cineasta, tenía que ser algo más que un ‘biopic’, más que una película sobre tenis”

El retrato de un juego más mental que físico, un agotador y esquivo ajedrez, es el eje de una cinta que para asumir el desafío de hacer una película sobre tenis (deporte que no ha tenido grandes expresiones en pantalla grande: “Wimbledon” es la más simpática, mientras “Pacto siniestro” o “Match Point” no son realmente de tenis) elige no ser una cinta sobre tenis: “Borg/McEnroe” es un ensayo sobre la presión, una cinta que pasa tanto tiempo en las canchas, volviendo a narrar las proezas deportivas de los 80, como en las habitaciones solitarias de los tenistas.

“Bjorn y John eran dos iconos legendarios y su famosa rivalidad en 1980 es algo que hizo que se parase el tiempo. Pero como cineasta, tenía que ser algo más que un ‘biopic’, más que una película sobre tenis. Tenía que tratar algo universal, que fuese más allá del deporte”, explicó Metz, en conferencia de prensa en el Festival de Toronto, donde se presentó el filme la semana pasada.

CINE DEPORTIVO

“Y cuando leí el guión de Ronnie Sandahl me encontré una historia preciosa sobre profundas cuestiones existenciales, cómo dos personas de forma individual son capaces de motivarse para ir más allá y alcanzar algo extraordinario”, añadió el cineasta, que con el texto de Sandahl construye un clima opresivo que se aleja durante buena parte de la cinta de las convenciones épicas del cine deportivo y se emparenta a las grandes producciones que el subgénero ha brindado en los últimos años, los retratos hiperrealistas y amargos que proponen “Rocky Balboa”, “Moneyball”, “Foxcatcher”, “Million Dollar Baby”, “The Wrestler”, “Rush” o “Creed”.

EL DATO
Filmada en Suecia, Londres, Mónaco y Nueva York, “Borg/McEnroe” cuenta además con una particularidad: Leo Borg, el hijo menor de Björn, de 13 años en la actualidad, interpretó al personaje de su padre en la infancia. Cuenta la productora que se presentó casualmente al casting sin saber la temática de la película.

 

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