Denuncian que en Arturo Seguí una patota mete miedo con robos y golpes
Edición Impresa | 31 de Enero de 2018 | 02:09

Como todos los domingos, Mauro Pirona (26) y Gustavo Cisneros (46) caminaban por la calle 411, en Arturo Seguí, junto a otros integrantes de la comunidad terapéutica “Volver a crear” hacia la iglesia que está a la altura de 146 cuando fueron interceptados por un grupo de jóvenes y de ese encuentro salieron con excoriaciones y golpes.
El episodio en el que fueron atacados, según denunciaron ante la comisaría de Villa Elisa, no fue el primero contra integrantes de esa comunidad dedicada a la rehabilitación de adicciones o apoyo en situación de calle. También tendría antecedentes en el barrio, en robos y ataques contra otros vecinos, según le dijeron a este diario Pirona, Cisneros y el sacerdote, a cargo de la comunidad, Ariel Solé.
“Salimos de la comunidad en grupo, con algunos chicos que son menores. A una cuadra de la iglesia nos interceptó un grupo de tres personas. Nos insultaban, comenzaron a tirarnos piedras, hasta con una honda y uno nos amenazaba con un cuchillo”, contó Pirona. Según indicaron, a ese grupo se sumaron luego otros jóvenes. Cisneros apuntó que intentó calmar a quienes denunció como agresores, pero recibió golpes como respuesta “con un fierro. Me agarraron entre varios”, dijo y pasó a mostrar enormes hematomas en la zona lumbar, que adjudicó a esa golpiza.
“No es la primera vez que pasa algo así. A compañeros nuestros les roban cuando van a tomar el micro para ir a sus actividades fuera de la comunidad”, denunció Pirona.
El cura indicó en esa línea que “esa misma mañana, una patota atacó a otra persona”, en el barrio. En tanto, Cisneros agregó que “cuando fuimos a hacer la denuncia había una mujer denunciando un robo y nos mostró una foto de los ladrones que tenía en su celular. Eran los mismos que nos atacaron a nosotros”, dijo.
A eso, agregaron otro robo con destrozos que habría ocurrido en un almacén del mismo barrio.
Los integrantes de la comunidad señalaron por todos los hechos a un grupo de personas que “viven cerca de la comunidad”. Los vinculan con delitos de robo y narco menudeo.
En la comisaría de Villa Elisa, dijeron desconocer las versiones acerca de esos comportamientos y sospechas. A la vez, se señaló que en su denuncia, Pirona y Cisneros, manifestaron no poder identificar a las personas a quienes apuntaron por el incidente del domingo.
Tampoco se vincula esa denuncia con otra realizada ese mismo día, por un robo: “Eso fue a raíz de la sustracción de una garrafa, a 20 cuadras de distancia”, indicó la fuente y añadió sobre el final de la tarde de ayer se avanzaba con un pedido de allanamiento en el marco de la investigación de ese hecho.
Tras una exposición en el final de la tarde del domingo, Pirona y Cisneros volvieron a la comisaría anteayer, con la finalidad de dejar constancias de la voluntad de iniciar una acción penal o bien una instancia de conciliación con las personas a quienes señalan como agresores. “Nosotros estamos en contra de la violencia y dispuestos a dialogar para que esto se corte. Yo y otros chicos estamos tratando de hacer las cosas de otro modo, de vivir en paz. Por eso no reaccionamos con violencia”.
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