En el 90% de los casos no pasan de un sacudón

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Aunque conocidas por cualquier persona que haya tomado alguna vez un vuelo comercial, las turbulencias -esos ‘saltos’ o ‘baches’ percibidos durante el vuelo debido a un cambio abrupto en la performance del avión- constituyen sin embargo un fenómeno que la mayoría de los pasajeros no sabe exactamente cómo se produce ni podría explicar.

Técnicamente, las turbulencias “ocurren cuando la aeronave atraviesa una zona con aire perturbado por remolinos o cambios importantes del viento”, explica el licenciado en Ciencias de la Atmósfera Nicolás Rivaben, quien asegura que en la gran mayoría de los casos se trata de episodios leves o moderados que no pasan de un sacudón.

“En el 90% de los vuelos turbulentos lo que se perciben son turbulencias ligeras o a lo sumo moderadas. En el primero de los casos se trata de pequeños cambios en la altitud del vuelo que desplazan levemente los objetos sueltos; en el segundo, puede apreciarse cierta tensión en los cinturones, los servicios de abordo como el catering se vuelven dificultosos y puede complicarse llegar al baño caminando por el pasillo central”, detalla Rivaben, que trabaja en el departamento de Meteorología Aeronáutica del Servicio Meteorológico Nacional.

De acuerdo con el mecanismo que las produce, las turbulencias se clasifican en cinco tipos: mecánicas térmicas, orográficas, convectivas y de aire claro.

“Las turbulencias mecánicas, que son las generadas por la obstrucción del viento por obstáculos, resultan frecuentes cuando el avión está por despegar o aterrizar; las térmicas, aquellas relacionadas con el ascenso de corrientes de aire cálido, suelen darse al atravesar zonas con poca vegetación durante el mediodía y la tarde; y las orográficas son las que ocurren por la intercepción de fuertes vientos con un sistema montañoso, como la Cordillera de los Andes”, comenta Rivaben.

En cuanto a las turbulencias convectivas, señala el experto, “son causadas por las corrientes de ascenso y descenso de las cumulonimbus, una situación que se da cuando la aeronave se sumerge literalmente en una de estas nubes de tormenta, y las de `aire claro´, que ocurren cuando dos corrientes de distinta densidad se inestabilizan, son las más comunes y difíciles de detectar”.

 

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