Mucho pique de bogas en una pesca económica y atractiva

Este año se adelantó la presencia de variada y se pudo dar con las especies estivales en todas sus variedades

Edición Impresa

Con el aumento de 6 a 10 grados de la temperatura del agua, explotó la pesca de variada en todo el frente costero, donde las reinas del plata son la vedette del momento.

Septiembre, Octubre y Noviembre son meses de transición, pero este año se adelantó el buen pique de variada y pudimos dar con las especies estivales en todas sus variedades.

Concurrimos al sector ubicado frente al Aeroparque metropolitano, previamente haciendo una parada en La Puerta de Pescadores para conseguir carnadas y equipos de pesca. Allí compramos masa dulce y salamín con la intención de pescar las primeras bogas de la temporada. El día fue muy propicio, caluroso y con poco viento lo que hizo que el río se encontrara planchado.

Al llegar a la zona de pesca, observamos buena actividad de caña, pues un pescador luchaba con su presa, una boguita arqueaba su caña y brindaba una linda pelea, luego de cansarla pudieron subirla con un mediomundo para sacarle el anzuelo y devolverla al Río, proceso que por suerte vi en casi todos los casos. Los pescadores de a poco estamos concientizándonos de practicar la pesca con devolución.

Rápidamente armamos el equipo de pesca y encarnamos con salamín para el primer intento, curiosamente los dos primeros piques fueron de bagres amarillos que también tomaron esta carnada

Difíciles de clavar

De apoco se fueron sucediendo los piques de bogas, con varios piques fallidos, sabemos que esta especie es difícil de clavar por lo que recomendamos pescar con la caña en mano y revisar la carnada cada 10 minutos.

Luego de varios piques perdidos, me decidí por poner menos carnada, lance a no más de 15 metros de nuestra posición y quede expectante con la caña en la mano dispuesto a esperar el pique.Luego de unos minutos, sentí la presencia de una boga que del otro lado del sedal mordía la carnada, esperé, y seguí esperando, aún cuando ya había dado por perdido el pique, siento un aflojón en la línea, recogí unos metros y la clavada esta vez fue exitosa, al sentirse pinchada y por la poca profundidad del lugar, la boguita me regaló un hermoso salto fuera del agua, luego todo fue diversión con varias corridas que sacaron nylon del reel. Una captura que por ser la primera de la temporada para mí, no voy a olvidar fácilmente, suavemente la depositamos en el mediomundo y la devolvimos al río. Mi amigo Ramón como siempre dio cátedra en materia de lograr la mayor cantidad de capturas y nos contó su secreto, al salamín bien aceitosa lo encarnaba con solo dos daditos.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE